– En un país como México, que se caracteriza por la desigualdad, la inflación en los alimentos generó una crisis para los hogares más pobres, advirtió la ONG Oxfam México
En un país como México, que se caracteriza por la desigualdad, la inflación en los alimentos generó una crisis para los hogares más pobres, advirtió la ONG Oxfam México.
Las familias de escasos recursos suelen destinar una mayor proporción de su ingreso en productos básicos y como el 50% de la escalada generalizada de precios se ha concentrado en los alimentos, “ha provocado una crisis aún peor en los hogares más pobres”, señalaron
Al interior del informe titulado “Desigualdad en México ¿Quién paga la cuenta frente a la crisis?” enfatizaron que actualmente hay 43.9 millones de personas viviendo en pobreza y 8.5 millones en pobreza extrema. A raíz de la pandemia, la pobreza en el país se incrementó en 4 millones de personas, detallaron.
El contraste lo marcan los 15,000 millonarios que a diferencia de las personas de escasos recursos, cuentan con instrumentos que les permiten transitar el periodo de inflación sin sufrir una crisis. Se refieren a tarjetas de crédito, acceso al financiamiento y ahorros.
Subrayaron que millones de personas trabajadoras perdieron su empleo o se precarizaron sus condiciones laborales tras la pandemia y quienes lo conservaron, mantuvieron el mismo nivel de carga de los impuestos sobre su trabajo así como del IVA y el IEPS al realizar sus compras.
Subrayan que todos en general, trabajadores que están en la formalidad y en la informalidad, presentan un incremento en el endeudamiento de los hogares, lo que se ha convertido en un factor de riesgo ante los aumentos de tasas de interés que se han presentado y la expectativa de que seguirán incrementándose.
Tal como lo hicieron la semana pasada, al presentar el informe anual sobre desigualdad mundial, propusieron una reforma tributaria que permita hacer una redistribución de recursos y una tributación equitativa conforme al nivel de ingreso.
Dicha estrategia consta de cinco puntos donde destaca revisar los privilegios fiscales del 1% más rico, que implica revisar exenciones, deducciones, descuentos y otras formas de renuncia recaudatoria que reducen la disponibilidad de recursos públicos para otras prioridades, así como impulsar la participación del gobierno mexicano en las discusiones fiscales regionales.
