* Sin importar sol, lluvia o viento todos los días salen a rifársela
Por Mauro Moreno Campos/Astronoticias
La satisfacción de tener un Mante limpio en todo tiempo y estación del año, solo tiene un origen y la entrega de un equipo de Hombres y Mujeres que salen todos los días a rifársela, partiéndose el alma con la escoba, el rastrillo, la carretilla, el machete, la Guira, la Chapoleadora, las espátulas para arrancar el zacate que se enraiza en las losas de las plazas públicas.
Son hombres y mujeres que sin importar el frío, la lluvia, el intenso calor o los vientos, día a día recogen la basura de las boulevares, de las plazas públicas, de las áreas verdes, barren, descombran, pintas las guarniciones y embellecen todo a su paso, como el gran equipo de servicios públicos que son.
Es una labor callada, solo interrumpida para la ingesta del desayuno, la hora de la comida, y regresa el ruido de los pequeños motores de las guiras, de las chapoleadoras, el golpeteo de azadones, de machetes y otros artículos para hacer su trabajo, sin glamour, ni uniformes de gala, sin escudos ni banderas bordadas en las mangas de sus vestimentas, trepadas en las cajas de las camionetas donde se les transporta hasta el sitio de su trabajo
Al final, limpiando el sudor de sus frentes, entre risas y chanceadas, dejan atrás de este gran equipo de Hombres y mujeres, calles, plazas y áreas verdes, limpias y ofreciendo su mejor imagen a los habitantes del Mante y sus visitantes.