* Una serie de hoyos son la mejor evidencia de este problema
Por Mauro Moreno Campos/Astronoticias
Reconstruído y ampliado a dos carriles, por la década de los 90, el puente sobre el Río Mante a la altura del Rastro Municipal de donde se deriva su identidad como “Puente del rastro”, este paso obligado al entrar a la ciudad proveniente de Victoria Tamaulipas, se ha vuelto indispensable en la vida diaria de Todo Mante, por ser el único enlace entre la zona del Poniente del municipio que abarca muchas colonias y ejidos, con la mancha urbana.
Lamentablemente el paso de los años, las vibraciones que registra el puente al paso de camiones y de autobuses, de unidades de pasajeros y vehículos particulares, han comenzado a dejar huella en este puente, que a últimos días registra una marcada separación de las “juntas” del pavimento a la salida a Victoria con la loza de rodamiento del puente.
En hilera, los espacios que se han ido abriendo en ese lugar, ameritan una revisión de manera inmediata y la rehabilitación del sitio, si es que no hay riesgo inminente, por la seguridad de quienes por ahí cruzan.