La pandemia ocasionó el cierre de estéticas, barberías, peluquería y spas en México; sus trabajadores ofrecen ahora servicio a domicilio.
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Rocío López de Muriedas, directora general de la Cámara Mexicana de la Industria del Embellecimiento Físico (Camief), afirmó que la pandemia de Covid-19 provocó la quiebra de 33,300 estéticas, peluquerías, barberías, cabinas de faciales, masajes corporales, spas, así como negocios para el cuidado estético de uñas y pies, depilación, aplicación de pestañas y extensiones de cabello.
Las restricciones sanitarias para frenar la pandemia y un incremento en el precio de las rentas hizo que cerrarán el 15% de los establecimientos legalmente establecidos dedicados a la belleza, micropigmentación y maquillaje en México, dijo la representante empresarial.
Antes de la pandemia de Covid-19 en México había más de alrededor de 222 mil estéticas, peluquerías, barberías, cabinas de faciales, corporales, spas, negocios para el cuidado estético de uñas y pies, depilación, aplicación de pestañas y extensiones de cabello.
Después de un año de pandemia, el sector de la belleza busca recuperarse, ya que la pandemia de Covid-19 y la crisis económica dejó un cambio en el comportamiento de clientes y empleados, comentó Rocío López de Muriedas.
Al quedarse sin trabajo los empleados de las estéticas, peluquerías y barberías, se fueron a hacer servicios a domicilio y ya no regresaron a sus establecimientos, porque vieron que de manera independiente obtenían mejores ingresos, comentó.
“Si bien ya teníamos en el mercado un 50% de negocios informales, ahora con la pandemia de Covid-19 podemos decir que se ha incrementado hasta el 60%”, dijo la directora general de la Camief.
Las estéticas, peluquerías, cabinas de faciales, spas y todo este tipo de negocios se enfrentaron a la falta de clientes cuando estalló la pandemia de Covid-19.
“Algunos sobrellevaron el primero y segundo mes con el pago de renta, otros negociaron bajar el precio del alquiler hasta el 50%, pero para el tercer mes fue muy complicado y muchos empleados decidieron salir a ofrecer servicio a domicilio, aumentando con ello el negocio informal”, indicó López de Muriedas.
Los negocios de esta categoría generan más de 500 mil empleos de manera directa y 500 mil de indirecta, por lo que dependen de ellos más de un millón de familias.
El mayor número de estéticas, peluquerías, barberías, cabinas de faciales, corporales y spas se concentra en Nuevo León, Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Jalisco y Guanajuato.
Antes de la pandemia registraban un crecimiento en ventas del 6%, pero las expectativas para 2021 y 2022 son un alza de 2% a nivel nacional, agregó la representante empresarial.
Con la pandemia de Covid-19, añadió, se abrieron muchos nichos de oportunidad y la capacitación es la clave para no quebrar y continuar en el sector de la belleza.
“Por ello es que requerimos de muchos aliados para que la gente se prepare y ofrezca el servicio de calidad que está esperando el cliente. Y en ello, un gran impulsor son los eventos como Expo Beauty Show que sirve de motor para esta reactivación que tanto esperamos y es la plataforma en la que todos buscan lo más vanguardista en equipo”, refirió.La directora general de la Camief detalló que un reto en la capacitación es la certificación en línea, pues acerca el conocimiento a todos, lo que contribuye a la profesionalización del sector y principalmente a atraer y retener al cliente.
Agregó que la actualización en los conocimientos de calidad son parte fundamental en la reactivación, ya que si bien hay tutoriales en YouTube e internet que promueven que todos puedan cortar el cabello, hay mucha promoción de malas prácticas por falta de conocimiento, inhabilidad e impericia, lo cual deteriora la actividad del profesional de la belleza.
Otro punto flaco del sector de las estéticas, peluquerías, barberías, cabinas de faciales, corporales y spas es la digitalización, ya que la mayoría de los propietarios no tienen el conocimiento de manejo de ecommerce y redes sociales, apuntó.
Ante ello, la Cámara ofrece herramientas para integrar a los profesionales al manejo de redes sociales, a fin de que puedan promover sus negocios a través de los medios digitales.
“Esto sucede mucho en los establecimientos manejados por personas arriba de los 45 a 50 años o que tenían muchos años con su negocio, porque desconocen las nuevas tecnologías, pero tendrán que integrarse a la era digital si quieren sobrevivir”, advirtió López de Muriedas.
