Por: Jorge A. Pérez González
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¿SE ACABÓ?
Hay quienes piensan que ya se acabó todo, que la jornada electoral fue tan contundente que no deja lugar a dudas, sin embargo hay quienes pensamos que esto apenas comienza.
Una fiera herida es mucho más peligrosa que una encerrada, el encierro puede calmar la ira, pero las heridas en libertad no, mucho tendrán que hacer en el nuevo gobierno en Tamaulipas para romper la polarización sembrada a base de mentiras, de infundios y de ambicion desmedida.
No la tiene fácil Américo Villarreal, su prueba de fuego la tendrá en la conformación de su gabinete, pensar en los mejores hombres y mujeres del estado es bueno, pero también tendrá que equilibrar con la política, la geografía del estado.
Mucho daño se causó en Tamaulipas con la importación de “los que saben”, pues se privilegió el contubernio por encima del compromiso, la lealtad por encima de la capacidad y desde luego la ambicion por encima de la prudencia.
El cierre de las campañas le permitió a la ciudadanía ver lo que se negaba a observar desde hace ya seis años, un gobernante ambicioso que basaba su poder en el miedo, pero con habilidad suficiente para hacer creer que la astucia era sinónimo de inteligencia.
El cierre más afortunado de la jornada electoral fue el deslinde del IETAM, para mantener la gobernabilidad se requiere de instituciones fuertes, no sumisas a la voluntad de un solo hombre.
A la ignominia se irán los que se vendieron, los que antepusieron sus intereses personales sobre los de una ciudadanía que los había elegido para ser un verdadero contrapeso del poder, la capacidad de compra del gobernador de ustedes, nos deja sin un solo líder social auténtico que haya usurpado el cargo de Diputado Local.
¡Qué Vergüenza!
6 años en Tamaulipas tirados a la basura, por más que maquillen las cifras oficiales, a quienes aquí vivimos nos queda claro lo que hicieron o mejor dicho lo que dejaron de hacer.
En lo personal no quiero que desaparezca la oposición en Tamaulipas, esta es necesaria para mantener el equilibrio, pero me queda claro que el PRI con su error de unirse al PAN colocó el penúltimo clavo a su ataúd, pues en la próxima contienda local seguramente perderá el registro.
Del MC ni hablar, no merecen ni siquiera ser tomados en cuenta en un análisis serio, basar su estrategia en las redes sociales como si aquí fuera Nuevo León fue el más caro error, con todo y el perfil de “Juniorsotes” que comparten Samuel y Arturo.
Debe ser muy difícil criticar a los actores políticos cuando todos tienen la misma cuna, sin embargo lo hicieron, pero lo peor fue la justificación de la comprar de los votos, bajo el argumento de que: “Siempre se ha hecho”.
La configuración de los contrapesos políticos debe de partir de la premisa del borrón y cuenta nueva, pues mantener con el control de los institutos políticos a los enterradores de los mismos, será seguir la estrategia nacional esa que mantiene extraviada a la oposición.
La sociedad espera que se presenten todas las denuncias ante la autoridad correspondiente por los delitos electorales expuestos en redes sociales, de otra manera seguirá el vicio latente, ese que se convierte en cáncer para los partidos políticos. Es hora de que se sepulte por siempre la compra de votos, es hora de que se entienda que para vencer hay que convencer.
Es hora también de señalar y denunciar a los que falsificaron documentos, a los que crearon perfiles falsos en redes sociales, a los que promovieron las Fake News y a quienes consideraron una simple travesura compartirla en sur redes de WhatsApp.
Todo lo que se vio en seis años, las persecuciones políticas, la creación de testigos falsos, los encarcelamientos injustos, el uso fáctico del poder, la siembra de miedo, la imposibilidad de recorrer el estado, la instalación de retenes ilegales, la falta de obra pública, etcétera, etcétera, tienen un responsable y ese debe de purgar sus culpas, porque si no se hace así, seguiremos viviendo en la zozobra, incomodados por las Fake News y lo peor, purgando sentencias injustas, “empapelados” por un gobierno corrupto.
Por eso la pregunta suena lógica. ¿SE ACABÓ?
Jorge Alberto Pérez González
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