Desde la manera en que nos desplazamos hasta la expansión de las ciudades: las condiciones están dadas para la propagación de más enfermedades.
BLOOMBERG / JASON GALE
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La crisis del coronavirus agarró a la mayoría de los gobiernos sin preparación para enfrentarla; sin embargo, los especialistas en enfermedades han estado advirtiendo durante décadas que un brote así de devastador iba a suceder.
Desde la peste bubónica y la viruela, hasta la gripe española y el VIH, la historia está plagada de pandemias que han dado forma a la historia humana. Si bien los avances médicos ayudan a combatir los flagelos, otros aspectos de la vida moderna, como la deforestación, la urbanización y la agricultura intensiva, contribuyen a la aparición de nuevos contagios a un ritmo alarmante.
1. ¿Es probable que veamos más pandemias?
Sí. El peligro de que una nueva enfermedad se propague a nivel mundial se ha elevado en la era moderna por el avance en los viajes aéreos y el comercio internacional. El número de viajes de pasajeros en avión se duplicó con creces desde el cambio de siglo a un estimado de 4.2 mil millones en 2018, antes de que la pandemia golpeara los viajes y el turismo.
Son especialmente preocupantes los patógenos que se transmiten eficazmente a través del tracto respiratorio, por ejemplo, los coronavirus como el que causa la crisis actual y las nuevas cepas de gripe, la causa más común de pandemias.
2. ¿De dónde vienen las nuevas enfermedades?
Se han descubierto nuevos patógenos que enferman a los humanos a una tasa promedio de más de tres por año durante las últimas cuatro décadas. Alrededor del 75 por ciento provienen de animales y se conocen como zoonosis.
Se cree que los murciélagos son la fuente de los coronavirus que causan COVID-19, síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS). También se han relacionado con el virus ébola, así como con los virus hendra y nipah responsables de muertes en Australia y el sudeste asiático. La amenaza de los murciélagos es en parte un reflejo de sus números absolutos: se encuentran entre los mamíferos más poblados. Los murciélagos se juntan por miles, creando un ambiente rico para intercambiar virus, y pueden transmitirlos a otros animales o humanos a través de su sangre, saliva, orina y heces.
3. ¿Qué impulsa la aparición de zoonosis?
Los investigadores han identificado una serie de factores que aumentan el potencial de los llamados eventos indirectos, cuando un patógeno salta especies:
-Invasión en ecosistemas naturales. A medida que la población mundial se ha expandido, los humanos se han apoderado de las áreas silvestres a un ritmo rápido. Los investigadores concluyeron en 2017 que en las dos décadas anteriores la gente había reclamado otro 10 por ciento de la tierra salvaje del planeta, reduciendo al 23 por ciento el área libre de disturbios. Nuevos asentamientos y operaciones como la tala y la minería acercan a las personas a los animales salvajes.
-Consumo de vida silvestre. Ha habido un creciente comercio de animales salvajes, especialmente para alimentos. En algunos mercados de animales vivos, los animales domésticos y salvajes se enjaulan muy cerca y se sacrifican en condiciones antihigiénicas. Los mercados vivos en China estaban conectados a la aparición del SARS. Aunque sí inicialmente, ya no se cree que el nuevo coronavirus saltó a la gente en esos mercados.
-Urbanización. Alrededor del 55 por ciento de la población mundial vive en áreas urbanas, en comparación con el 34 por ciento en 1960. Las áreas metropolitanas en expansión brindan nuevos hogares para una variedad de vida silvestre, incluidas ratas, monos, pájaros y zorros, animales que pueden vivir de la abundante comida que los humanos descartan.
-Ganadería intensiva. Los patógenos de criaturas salvajes a veces llegan a los humanos a través de animales de granja. Al igual que con las personas, dejar muchas vacas, cerdos o gallinas juntas aumenta el peligro de que una enfermedad se propague. Los antibióticos utilizados para acelerar el crecimiento de los animales también pueden promover agentes patógenos que son resistentes al tratamiento.
-Cambio climático. El aumento de las temperaturas ha contribuido a la expansión de la gama de mosquitos, garrapatas y mosquitos picadores que transmiten enfermedades. Estas especies pueden persistir por periodos más largos, aumentando la propagación de enfermedades como la de Lyme, la hepatitis E, el dengue y el virus del Nilo Occidental.
4. ¿Qué se está haciendo con respecto a los mercados de animales vivos?
Ha habido llamadas, incluso de legisladores estadounidenses, para que China cierre sus llamados mercados húmedos. Pero esos lugares, que ofrecen carne fresca y productos más baratos que los supermercados, juegan un papel importante en la alimentación de las personas, suministrando alrededor del 60 por ciento de los alimentos frescos en la ciudad de Guangzhou, por ejemplo. En febrero, China prohibió permanentemente el comercio de animales salvajes no acuáticos, aunque hizo una excepción por su uso en la medicina tradicional. Los países africanos también han sido llamados a detener el comercio de animales salvajes sacrificados, aunque es poco probable que suceda porque la “carne de animales silvestres” proporciona una fuente muy necesaria de proteínas.
5. ¿Qué más se podría hacer para prevenir pandemias?
Los expertos señalan la necesidad de monitorear mejor las enfermedades emergentes y mantener sistemas de salud pública que puedan responder rápidamente a ellas. En el esfuerzo más ambicioso para catalogar nuevos patógenos, el proyecto Predict, financiado por Estados Unidos, de 2009 a 2019 identificó más de mil virus con potencial de propagación. A continuación, los investigadores tienen como objetivo evaluar los mayores riesgos de enfermedad que acechan en el mundo animal para centrar los esfuerzos en el desarrollo de pruebas y prototipos de vacunas. Esos podrían proporcionar sistemas de alerta temprana para brotes y respuestas rápidas para evitar que se propaguen.