Por Mauro Moreno Campos
La meta fue muy ambiciosa, en décadas no se había tenido un arranque tan impetuoso, tan arrollador al frente de una administración pública municipal, Noé Ramos Ferrétiz, sabía que podía hacerlo y que habría como hacerlo, por eso metió orden en el manejo de recursos, la primera de las acciones que le redituarían resultados en sus objetivos a futuro y no se equivocó, la esta haciendo como dicen los chavos de hoy.
Pavimentaciones, alumbrado público, drenaje, agua potable, bacheo, embellecimiento de la ciudad, como su tarjeta de presentación, sin doble discurso y sin dobleces de ningún tipo, solo el ver transformado al Mante y solo eso.
En la década de los 90 hubo un alcalde que luchó contra el sistema estatal para poder traer beneficios al Mante, pavimento la calle Manuel Cavazos Lerma carril oriente, desde la hoy IRBA hasta la Antonio Caso, retiró a los invasores del canal lateral Juárez, pavimento la calle Ramón Cano Manilla desde la Manuel Cavazos Lerma al Boulevard Luis Echeverría, la Antonio Caso desde la Cavazos Lerma hasta la Libertad.
Se aventó el paquete de remodelar la plaza principal, con un cambio radical y total, construyó la zona peatonal de la calle Hidalgo, un trabajo solo superado por Noé Ramos, nadie, ni otro alcalde lo había podido lograr, solo obritas por aquí y por allá, nada sobresaliente, solo Noé lo vino a hacer.
Pavimentaciones en colonias, bacheo de toda la zona urbana, zona centro, accesos principales a las colonias, arreglo de sistemas de alumbrado público, pero mejor aún, el arreglo, la rehabilitación y construcción de infraestructura física de las escuelas, porque la educación de los niños y jóvenes es garantizar el futuro de nuestro amado Mante.