La salida de capitales del país se explica, según analistas, por el aumento en la percepción de riesgo que dejaron las iniciativas y reformas propuestas en el país.
Yolanda Morales
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En el primer trimestre del año se presentó una liquidación de valores gubernamentales por parte de extranjeros de 103,383 millones de pesos, revela información del Banco de México.
Se trata de la segunda mayor desinversión de títulos gubernamentales durante un primer cuarto del año desde el 2013; apenas superada por la salida registrada entre enero y marzo de 2020, cuando se declaró la pandemia.
Esta salida de capitales de títulos gubernamentales en manos de extranjeros, observada entre enero y marzo es calificada por la directora de Análisis Económico en Banco Base, Gabriela Siller como una desinversión “que va de moderada a rápida”.
Se explica por el incremento en la percepción de riesgo que dejaron la serie de iniciativas y reformas propuestas en el país que han tomado por sorpresa al mercado y que aún sin avanzar dejaron una cicatriz profunda”.
La experta de Banco Base argumentó en entrevista que esta liquidación de títulos gubernamentales por parte de no residentes en el país durante el primer trimestre de este año, representa el 36% de las ventas que se completaron en todo el año pasado.
Como se recordará, durante todo el 2020, los inversionistas extranjeros vendieron posiciones por 257,238 millones de pesos en bonos gubernamentales mexicanos.
Con ello se presentó la mayor salida de capitales desde que se tiene registro.
“Si continúa presentándose una mayor presión en la inflación y el tipo de cambio, que motive nuevos ajustes en las preferencias de los portafolios de inversión, o si el mercado percibe más riesgos de que se apliquen en el país políticas no ortodoxas, podría continuar la salida de extranjeros y acercarse al histórico del año pasado”, advirtió la estratega.
Para ponderar el tamaño de la salida de capitales extranjeros durante el primer trimestre del presente, la situación se podría comparar con las ventas masivas de 129,742 millones de pesos que se presentaron en el mismo lapso del año pasado.
Estas estuvieron motivadas por la incertidumbre financiera mundial ante la declaración de pandemia y el cierre sin precedentes de la economía global.
Mayor percepción de riesgo
La experta del banco regiomontano explicó que a diferencia del 2013, cuando los bancos centrales realizaron una fuerte inyección de liquidez al mercado mundial, México dejó de ser uno de los principales receptores de esos recursos.
Siller retomó un análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre “Volatilidad en emergentes: Lecciones del Taper Tantrum”, donde los investigadores del Fondo explicaron que México y Brasil captaron en 2013 una tercera parte de la liquidez inyectada.
Como en aquel momento había importantes perspectivas sobre México por el momento de reformas estructurales, no se experimentó una rápida salida de capitales en el retiro de la misma liquidez, precisó la experta.
A diferencia de aquel momento, hoy cuando se especula sobre la eventual subida de tasas de la Reserva Federal se observa una moderada pero constante salida de México, ante el deterioro de la percepción de riesgo.
La entrevistada estimó que la participación de extranjeros en bonos de deuda gubernamental cerró el mes de marzo en 20.57% del total en circulación; una proporción que contrasta con el 26.15% que representaban al cierre del año pasado.
Esto indica que “se presentó una importante liquidación de títulos mexicanos en 12 meses, resultado del entorno mundial por la llegada del coronavirus y fue también relevante en otros mercados emergentes”.
La proporción contrasta con el 32.15% que estaba en manos de inversionistas extranjeros al terminar 2019.
Siller precisó que la permuta de bonos que completó Pemex en noviembre para liquidar parte de su deuda, por 95,600 millones de pesos, ayudó a moderar la salida de capitales.
Según datos de la consultoría internacional de banca de inversión Evercore ISI, se espera una expansión de casi 3 billones de dólares en los balances de los bancos centrales mundiales durante el año en curso.
De acuerdo con ellos, los principales bancos centrales, que son la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra han aumentando hasta ahora sus balances en 8 billones de dólares en el último año. La cifra contrasta con la expansión de 2 billones de dólares experimentada durante la crisis financiera mundial de 2008.
En aquel momento, los principales receptores de estos recursos entre los emergentes se encontraron en América Latina, particularmente en Brasil, México y Perú.
Siller subrayó que el panorama para México cambió en este episodio ante el deterioro del clima para hacer negocios.
Dijo que otro factor que limitó la posibilidad de que México se beneficiara de este episodio de liquidez global, tiene que ver con el rezago en la reacción para apoyar a las microempresas y familias.
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