– Para BBVA México, el distanciamiento social y depreciación del tipo de cambio pueden ser otros factores detrás del mayor ahorro; captación a plazo perdió el incentivo de las altas tasas de interés
Edgar Juárez
El Economista
En los últimos meses la captación bancaria (el ahorro de los clientes) ha registrado crecimientos importantes lo que, de acuerdo con directivos del sector, obedece a que la población se prepara para enfrentar los efectos económicos derivados de la pandemia del Covid-19.
De acuerdo con la Asociación de Bancos de México (ABM), el aumento registrado en los primeros cuatro meses del año, coloca ya el saldo en una cifra histórica de casi 7 billones de pesos; mientras que BBVA ha destacado que el incremento real fue de 6.6% en marzo y de 8.9% en abril, lo que ha revertido la tendencia que se tenía en este concepto desde la segunda mitad del 2019.
La ABM precisó hace unos días que en los primeros cuatro meses del 2020, la captación se incrementó en 853,000 millones de pesos, y hoy alcanza un saldo histórico de 6.9 billones de pesos.
“Esto es algo muy relevante que permite entender que las personas y las empresas están ahorrando dinero para hacer frente a una circunstancia económica más compleja que todos anticipan para la segunda mitad de este año y probablemente todo el entrante”, ha dicho Luis Niño de Rivera, presidente de la ABM.
De acuerdo con BBVA México, este fenómeno podría obedecer también al largo periodo de distanciamiento social, y a la depreciación del tipo de cambio, que ha aumentado los saldos de los depósitos en moneda extranjera.
En su informe sobre “Situación Banca” presentado la semana pasada, BBVA destaca que durante marzo y abril, el crecimiento de la captación de recursos del sistema bancario (depósitos a vista más plazo), revirtió la debilidad que había mostrado a partir de la segunda mitad del 2019, y mostró incrementos nominales de 13.9 y 15.7% (6.6 y 8.9% real), respectivamente.
“Con el resultado de estos dos meses, el crecimiento real promedio de la captación tradicional en el primer tercio del año fue de de 4.7% (real), mayor a la tasa de 2.5% reportada en el mismo periodo del año previo”, señala el reporte.
Ahí se especifica que la captación a plazo dejó de ser la principal fuente de impulso para la captación tradicional, al perderse el incentivo de las altas tasas de interés, mientras que la captación a la vista está recuperando relevancia.
Resalta que este inusual incremento, responde muy probablemente a las necesidades de liquidez de empresas y familias para hacer frente a la etapa de confinamiento y suspensión de actividades no esenciales derivadas de la contingencia sanitaria de Covid-19.
“Sin embargo, es de esperarse que la acumulación temporal de estos recursos vaya diluyéndose conforme los hogares y familias solventen sus compromisos recurrentes de gasto y el flujo de ingresos se reduzca por los menores niveles de empleo y la contracción de la actividad económica”, refiere.
Captación a la vista, la de mayor impulso
BBVA explica que en abril del 2020, los depósitos a la vista (que representan 61% de la captación tradicional) crecieron a una tasa de 19% nominal (12.1% real), que representó la tasa de mayor magnitud registrada desde diciembre del 2006.
Aclara que cerca de una cuarta parte de este dinamismo se atribuye a la depreciación del tipo de cambio que incrementó le valuación en pesos de los saldos denominados en moneda extranjera.
“Con el resultado de estos meses, el promedio de crecimiento real en el primer cuatrimestre del 2020 alcanzó 6.5%, significativamente mayor a la caída real de -1.0% registrada en el primer cuatrimestre del 2019”.
BBVA apunta que este mayor dinamismo de los depósitos a la vista se puede explicar principalmente por tres factores: una mayor acumulación de activos líquidos por parte de hogares y empresas por motivos precautorios ante la incertidumbre por la pandemia de Covid-19; una reducción en el consumo, agravada por las medidas de confinamiento; además de que hay que recordar que el incremento en la demanda por liquidez, tiene lugar a la par de un ciclo de recortes de tasa por parte del Banco de México.
En cuanto a los depósitos a plazo, BBVA puntualiza que estos registraron crecimientos nominales de 10.1 y 11% en marzo y abril, respectivamente (3.1 y 4.3% real).
“A pesar del repunte en marzo y abril, los depósitos a plazo redujeron su crecimiento real en el primer cuatrimestre del 2020 (2.0% contra 8.2% en el primer cuatrimestre del 2019)”.
En el caso de los depósitos a plazo por parte de las empresas, BBVA considera que el crecimiento obedece en parte a los recursos que obtuvieron por el uso de líneas de crédito y que podrían estar conservando temporalmente en depósitos a plazo.
eduardo.juarez@eleconomista.mx