Foto: IG @meganfox @arent_you_that_guy
– Fue en el 2015 cuando la actriz ‘abandonó’ al actor por primera vez, a pesar de que éste padecía una extraña enfermedad en el cerebro
Por Redacción TVNotas / @TVNotasmx
Brian Austin Green, de 46, y Megan Fox, de 34, habían decidido terminar con su matrimonio, mismo que duró 10 años; esta noticia fue revelada por el actor a través de su podcast, donde dijo que desde finales de 2019 ya no estaban juntos.
Esta decisión fue tomada por Megan, pues luego de que viajara por unos meses a otro país, a grabar una película, aseguró que el tiempo a solas le gustaba más que el tiempo en pareja, y que quería disfrutar de la soltería. Pese a esto, aseguraron que se separaron en buenos términos, por el bien de sus hijos.
Días antes de que se confirmara la noticia, en las redes sociales se especuló mucho sobre esta ruptura, pues a los actores ya no se les veía juntos, y a ella la veían muy cariñosa con el rapero Machine Gun Kelly, con quien filmaba una película en Puerto Rico, pero estos rumores nunca se confirmaron, y además, Brian Austin aseguró que nunca hubo un ‘tercero en discordia’.
Ahora, diferentes medios de comunicación estadounidenses, aseguran que Megan en realidad nunca fue una buena o ejemplar esposa, pues no era la primera vez que ‘dejaba’ al actor para disfutar de su tiempo a solas, y que incluso, en 2015, lo dejó por unos meses.
Ese año, Brian Austin enfrentaba una extraña y grave enfermedad cerebral, parecida a un derrame, y que apenas le permitía moverse, le impedía realizar sus actividades con normalidad, y lo dejó postrado en cama por más de seis meses.
Pese a que el actor la necesitaba, Megan no tuvo consideración y lo abandonó por un tiempo, continuó con su vida normal como si no pasara nada, e incluso le pidió el divorcio; Brian ‘luchaba’ contra su enfermedad, y al mismo tiempo por el amor de su esposa, quien luego de recapacitarlo, regresó con él.
Recordemos que Megan y Brian estuvieron casados por 10 años, y siempre estuvieron en el ojo del huracán debido a que su relación fue intermitente: en 2009 rompieron su compromiso, pero un año después volvieron y se casaron; Megan le pidió el divorcio en 2015 explicando que tenían ‘diferencias irreconciliables’, pero ahora ya se sabe qué fue lo que en realidad pasó ese año, y que en sí, volvió con él porque se enteró de que estaba embarazada por tercera vez. EL último escándalo fue en 2019, que se supone, ahora sí es su ‘truene’ definitivo.
