‘El equipo está quebrado, emocionalmente está quebrado… estamos’, comentó el director técnico de los Gallos Blancos del Querétaro.
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Por Redacción
“Mis jugadores han recibido amenazas de muerte, no están tranquilos, hay mujeres de algunos de los chicos pensando en irse”, afirmó en conferencia de prensa Hernán Cristante, director técnico de los Gallos Blancos del Querétaro, quién habló tras los hechos violentos en el Estadio Corregidora, “El equipo está quebrado, emocionalmente está quebrado… estamos”.
Después de que este sábado 5 de marzo las riñas durante el partido Atlas vs. Gallos Blancos detuvieron el encuentro en la cancha y dejaron un saldo de 26 personas lesionadas, Cristante explicó que no le parecería extraordinario que algunos de sus jugadores decidieran salir del equipo, incluso uno le contó que su hijo le pidió no dedicarse al futbol después de ver los disturbios.
Sobre la desafiliación del equipo, Cristante dijo que se atendrán a las consecuencias y creen en la justicia, “sea cual sea la decisión que se tome, que esto sea un parteaguas para que no vuelva a suceder algo así, yo he visto muchas peleas y nunca vi algo igual, a mí me superó”.
Asimismo, detalló que si bien la desafiliación del equipo es uno de los temores de los jugadores, eso no se asemeja a que amenacen de muerte a sus familias, pues incluso los han llamado “asesinos” cuando ellos pusieron en riesgo su integridad y se expusieron para tratar de ayudar ese día, sin importar la camiseta.
En medio de la violencia, él vio a sus jugadores y algunos aficionados del Querétaro prestando ropa para que las personas del Atlas lograran salir, llevando gente a los vestidores para ocultarse o en sus automóviles para que estuvieran seguros.
‘La gente enloqueció’
Cristante relató que ese día todo fue muy confuso, había gente golpeada, en llanto, sus hijas estaban en las gradas, el portero Washington Aguerre quería atender la situación, la barra gritaba, pero no había violencia entre los jugadores, personas que querían tomarse fotos con ellos en esos momentos y se enojaban si no lo hacían, “Lo que pasó fue una desgracia, un caos absoluto”.
Asimismo, comentó sobre el video en el que lo acusaron de incitar a la violencia, pues en redes sociales circuló un fragmento de él en la cancha, en medio de las riñas, cuando dijo: “Van a suspender la cancha, después afuera los reventamos, no pasa nada”.
En ese momento había visto a un joven de menos de 20 años a quien estaban golpeando, “sáquenlo de ahí porque lo van a matar”, le dijo a tres chicos del Querétaro, quienes lo ayudaron a llegar al túnel, mientras otros aficionados gritaban “hay que reventarlo”.
Por ello, él comentó que salieran, para tratar de disuadirlos, ya que insistían en entrar al túnel, donde estaban refugiadas más personas y pensó que si se metían iba a suceder una tragedia. El herido luego fue revisado por el médico del club, “Fue algo que me salió… lo único que hice fue tratar de minimizar la situación”.
“Ningún héroe, no hicimos más que lo que puede hacer alguien cívicamente, yo soy de los que ve un accidente y se acerca ayudar, los chicos también, no desviamos la mirada”, agregó.
Asimismo, dijo que, no le parece que “paguen justos por pecadores”: “no hicimos nada, (los jugadores) ayudaron a la gente, le abrieron la puerta de los vestidores, buscaron la forma de apoyar”.