Con la inflación, los mexicanos tienen menos recursos para adquirir seguros de protección de autos y de gastos médicos, advierte Moody’s.
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Por Ana Martínez
La alta inflación que enfrenta el país es una amenaza para el crecimiento del sector asegurador, ya que los mexicanos tienen menor poder adquisitivo y se limitan los recursos para adquirir pólizas de protección, especialmente, se prevé una afectación mayor para los seguros de autos y gastos médicos, advirtió Moody’s Local México.
A través de un reporte enfocado al sector asegurador mexicano, expuso que los efectos de la inflación y una probable desaceleración económica serán diferentes para cada operación y ramo. Por ejemplo, en daños, el seguro de auto ha sido de los más afectados por las disrupciones en las cadenas de suministros y la inercia negativa de la demanda en años previos.
“La inflación es una amenaza para el crecimiento del sector. Asimismo, la capacidad de transferir el incremento de los costos a los clientes por ajuste de prima es limitado y decreciente. La rentabilidad en los resultados de suscripción se verá presionada por un menor crecimiento real de la cartera de clientes y menores márgenes de suscripción”, expuso.
Además, agregó que algunos seguros están en mercados altamente competidos en los que la diferencia en prima determina mayormente la cuota de mercado. Es justo en esos ramos y productos en los que Moody’s estima que el efecto inflacionario sea más profundo.
Inflación ‘aprieta’ los seguros de gastos médicos
No obstante, también espera presión en el seguro de gastos médicos, la calificadora reconoció que algunos ramos como salud y vida han visto un mejor desempeño en 2022, gracias a la menor severidad y frecuencia de los siniestros por COVID-19 en el primer semestre del año.
“La baja siniestralidad se mantiene a pesar de lo que se ha llamado la quinta ola (junio 2022), que no ha llegado a materializarse en los niveles de hospitalizaciones y fallecimientos observados en 2021. Hacia el cierre de 2022 esperamos que la moderada siniestralidad fortalezca los resultados técnicos de vida y enfermedad, principalmente los colectivos”, dijo.
Detalló que al cierre del año pasado el costo medio de siniestralidad de la operación de vida se ubicó en 97 por ciento, comparado con 86 por ciento en 2019; pero en marzo pasado se ubicó en 75 por ciento. En el caso de accidentes y enfermedades este factor bajó de 77 por ciento a 64 por ciento.
Por otro lado, aunado al incremento en tasas de interés que derivó del aumento en la inflación, precisó que las aseguradoras de daños que tienen pasivos de vencimiento menor a un año han mitigado las minusvalías. Esta estrategia, acotó, extenderá sus resultados positivos hasta 2023.
En cambio, en las aseguradoras con portafolios de inversión con exposiciones de más largo plazo, los incrementos en la tasa de referencia han provocado minusvalías y debilitamiento en los estados de resultados en 2022; sin embargo, en última instancia esas minusvalías no han debilitado el balance ni la posición de solvencia de las compañías, pues la utilidad de la industria creció 27 por ciento a marzo pasado.