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– Al igual que otros organismos internacionales, instituciones y analistas, Fitch Ratings modificó a la baja su estimado de crecimiento para México este año, a la vez de incrementar la proyección de la inflación ante las presiones que persisten
Belén Saldívar
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Al igual que otros organismos internacionales, instituciones y analistas, Fitch Ratings modificó a la baja su estimado de crecimiento para México este año, a la vez de incrementar la proyección de la inflación ante las presiones que persisten.
En el Global Economic Outlook de junio, la agencia recorta de 2.0 a 1.8% su estimado de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano para este año, y espera un crecimiento ligeramente mayor el siguiente de 1.9 por ciento.
“El PIB no alcanzará sus niveles prepandemia sino hasta el 2023, con lo que México estará rezagado en comparación con sus países pares de la región. El limitado estímulo fiscal que se otorgó en la pandemia, así como la reversión de la política monetaria ha restringido la recuperación económica a la vez de que las autoridades priorizan la estabilidad macroeconómica”, señaló la agencia calificadora que mantiene una calificación de BBB- con Perspectiva Estable.
En el informe se señaló que el crecimiento se ha visto obstaculizado por la atonía de la inversión, una tendencia que está relacionada con el “ruido político y la incertidumbre regulatoria”, como lo fue recientemente con la reforma eléctrica lo cual, a consideración de Fitch, afectó la confianza.
Estos factores se unen a la coyuntura global actual, donde la pandemia continúa a la vez de que se lleva a cabo un conflicto bélico en Europa y la inflación alcanza, en diversos países, niveles no vistos en décadas.
En este sentido, Fitch Ratings elevó su estimado de inflación para el cierre del año de 3.7% a 5.3 por ciento.
“El gobierno ha implementado diversos programas para limitar el impacto social de la inflación, incluyendo un estímulo fiscal para impedir que el precio de la gasolina incremente aún más, así como un compromiso con el sector energético para la estabilidad de los precios de 24 productos”, señaló Fitch.
En este sentido, apuntó que los estímulos fiscales a la gasolina – que casi le han costado al erario público 100,000 millones de pesos en los primeros cinco meses del año – sí han prevenido que la inflación general aumente a niveles aún más altos; sin embargo, esperan un “éxito limitado” respecto a las otras medidas implementadas por el gobierno en el Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC) presentado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador a inicios de mayo.
Por ello, la calificadora espera que el Banco de México (Banxico) continúe incrementado su tasa de referencia para llegar, al cierre del año, a un nivel de 8.5 por ciento.
ana.martinez@eleconomista.mx