Foto: Alejandro Zepeda
– La única razón por la que este tipo de yates pueden seguir llegando a Ensenada es porque en Estados Unidos y en otros países que forman parte de la OTAN, las sanciones se van a aplicar rigurosamente
Por Jayme Garcia
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La Datcha tiene un volumen de 2 mil 560 toneladas, un valor de 110 millones de dólares y un costo anual de funcionamiento de 11 millones de dólares(Alejandro Zepeda)
La Datcha tiene un volumen de 2 mil 560 toneladas, un valor de 110 millones de dólares y un costo anual de funcionamiento de 11 millones de dólares | Alejandro Zepeda
Ensenada, BC.- El lujoso yate “La Datcha” del magnate ruso Oleg Tinkov, arribó el viernes 4 de marzo al puerto de Ensenada, sin embargo, el gobierno de Estados Unidos podría presionar a México para que este tipo de yates sean sancionados tras la invasión a Ucrania, opinó el Capitán Ricardo Thompson Ramírez, representante de la empresa Servicios Portuarios.
“Algunos yates que son propiedad de los rusos a los que Estados Unidos está imponiéndoles sanciones pues seguramente estarán buscando algún lugar donde refugiarse, podrían llegar a México, pero seguramente Estados Unidos va a presionar para que se proceda con las penalidades que hay”, declaró.
La Datcha tiene un volumen de 2 mil 560 toneladas, un valor de 110 millones de dólares y un costo anual de funcionamiento de 11 millones de dólares, no obstante, además de distinguirse por sus lujos y tener la capacidad de romper el hielo a su paso haciéndolo apto casi para cualquier lugar del mundo, se ha llegado a rentar por 900 mil dólares la semana.
Incautan yates a oligarcas rusos
Cabe mencionar que en las últimas semanas las autoridades de Alemania y Francia incautaron yates a oligarcas rusos como parte de las sanciones económicas tras la invasión de Rusia a Ucrania, dichas sanciones consisten en la congelación de bienes e inmuebles para evitar que los magnates puedan sacar un rendimiento o beneficio económico.
“Las embarcaciones de placer normalmente tienen menos restricciones para el arribo y el zarpe de los puertos en todo el mundo por convenios internacionales, el barco puede traer una bandera de conveniencia, puede ser panameña o liberiana y queda sujeto a las leyes de ese país de acuerdo con el derecho internacional, pero las sanciones de Estados Unidos pasan por encima del derecho internacional”, indicó.
El empresario portuario consideró que, a pesar de existir el derecho internacional, generalmente el poder militar económico termina imponiéndose por encima de todas las leyes y convenios, algo que no es nuevo ni exclusivo de Estados Unidos.
“No sé si en México ha pasado, pero ha pasado en muchas partes del mundo donde Estados Unidos prohíbe que se venda o que se comercie o que se tenga determinada relación con determinado país porque se establecieron sanciones y ha exigido a esos países que las cumplan, por ejemplo, ha habido detención de barco petroleros que van rumbo a Siria y literalmente los han detenido”, mencionó.
Sanciones de la OTAN
El Capitán Ricardo Thompson argumentó que la única razón por la que este tipo de yates pueden seguir llegando a Ensenada es porque en Estados Unidos y en otros países que forman parte de la OTAN, las sanciones se van a aplicar rigurosamente, por lo que los dueños de estos barcos buscan países con una posición más neutral, tratando de evitar que sean incautados.
“Yo entiendo que las sanciones son incautar los yates de alguna serie de personajes rusos, México puede decir que mejor se vaya, pero obviamente eso no le va a gustar a los Estados Unidos, seguramente buscarán puertos que estén menos en los reflectores, en Ensenada toda la prensa ya tiene los reflectores en el barco”, opinó.
Por último, aseguró que este tipo de embarcaciones representan una derrama económica para Ensenada.
“Cualquier barco que llega a Ensenada representa una derrama económica para Ensenada, para impuestos, para la ciudad, para los astilleros, por ejemplo, si llega a una marina va a tener que pagar las tarifas que están establecidas para un yate de ese tamaño que normalmente son considerables”, concluyó.
