Foto: Bloomberg
– La advertencia de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU significa que casi dos tercios de la población de ese país deben estar en alerta
BLOOMBERG / EMMA COURT
La relación entre unos kilos de más y un COVID-19 más grave se fortaleció luego de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos señalaron que las personas que simplemente tienen sobrepeso, no solo las obesas, también pueden correr un alto riesgo de que la condición de su infección se agrave.
La advertencia, publicada en el sitio web de la agencia, significa que aproximadamente dos tercios de los estadounidenses podrían enfrentar mayores riesgos.
Casi 40 por ciento de los adultos estadounidenses son obesos, lo que los CDC relacionaron con las negativas consecuencias de la infección a fines de junio, mientras que otro 32 por ciento presenta sobrepeso, según la agencia.
Las personas obesas tienen más probabilidades de que su condición de salud se agrave y de ser hospitalizadas al contagiarse por COVID-19, y el riesgo de muerte por la enfermedad aumenta proporcionalmente con un índice de masa corporal más alto, según los CDC.
Los médicos determinan si las personas son obesas o tienen sobrepeso mediante un cálculo de altura y peso para estimar la grasa corporal, es decir, el índice de masa corporal (IMC). Las personas con sobrepeso tienen un IMC de 25 a 30. La obesidad se define por un IMC de 30 o más.
Por ejemplo, un hombre que mide un metro y ochenta centímetros y pesa 90 kilogramos se consideraría con sobrepeso. Agregue 11 kilogramos más y sería considerado una persona obesa.
El presidente Donald Trump, quien dio positivo al virus SARS-CoV-2 la semana pasada, tiene un IMC de alrededor de 30.5.
Trump fue hospitalizado y tratado con medicamentos, incluido el antiinflamatorio dexametasona; el antiviral remdesivir, de Gilead Sciences, y el cóctel experimental de anticuerpos de Regeneron Pharmaceuticals. Su médico comentó recientemente que el presidente estaba en recuperación y sin síntomas.
Los cambios metabólicos relacionados con el exceso de peso reducen la capacidad del sistema inmunológico para combatir las enfermedades, lo que probablemente influye en las consecuencias del nuevo coronavirus, explicó Barry Popkin, profesor de nutrición en la Escuela de Salud Pública Global UNC Gillings.
Factores físicos que a veces acompañan a la obesidad, como una reducida capacidad pulmonar y apnea del sueño, también podrían ser importantes, agregó.
Una revisión realizada en agosto a 75 estudios con datos sobre el COVID-19 y el IMC en coautoría de Popkin halló una fuerte relación entre quienes presentaban sobrepeso y obesidad y los riesgos de hospitalización y necesidad de tratamiento en la UCI. El documento también planteó interrogantes sobre si, al igual que ocurre con la vacuna contra la gripe, las vacunas que se están desarrollando para combatir el coronavirus podrían ser menos efectivas en esas poblaciones.