Tesla no vendrá a NL
En mayo de 2023 decidió cambiar la ubicación de construcción inicial de los autos a Austin
OPINIÓN
Homero Niño de Rivera
Créditos: El Heraldo de México
Tesla no construirá su planta en México, cuando menos no por ahora. Y esto no tiene nada que ver con Samuel García.
Como tampoco tuvo nada que ver con el gobernador que Elon Musk anunciara el año pasado su enorme inversión en Nuevo León y la construcción de la gigafactory, en donde se iba a construir, lo que ellos llaman, “la plataforma de próxima generación”.
El 12 de septiembre salió a la venta la esperada biografía de Elon Musk, escrita por Walter Isaacson. Dos días después llegó mi ejemplar, vía Amazon.
El autor estuvo prácticamente pegado al personaje durante dos años, en su trabajo, en sus viajes, en sus reuniones, en sus fábricas.
Durante muchísimas horas lo estuvo entrevistando a él, a su familia y a sus amigos, y prácticamente a toda le gente de su entorno.
En 700 páginas digamos que lo describe con un detalle alucinante.
Más allá del morbo sobre el acoso del que fue víctima de niño, o del maltrato que recibió de su padre, lo que quiero destacar es la personalidad del personaje, su “intensidad maniaca”, y propensa al drama.
Su “aversión a la satisfacción” y su “tolerancia al riesgo alta en extremo”. Es incluso adicto al riesgo, dicen algunos de sus cercanos.
Creo que fue condicionado en su niñez para asumir que la vida es dolor, dice, por ejemplo, una expareja. Me moldeó la adversidad dice Musk de sí mismo.
Cuenta la biografía que en algunos momentos complicados “oscilaba entre periodos de depresión, estado de shock, aturdimiento y energía desbordante”, “le daban bajones enormes que lo llevaban casi a la catatonia y a la parálisis depresiva. Y después, como si estuviera accionado por un interruptor, se animaba de pronto”. Es, sin duda, alguien inestable, por decir lo menos.
Si Elon Musk hace un anuncio, no necesariamente así sucederá. Esto ha ocurrido en distintas ocasiones a lo largo de su vida. Hay numerosos ejemplos.
Pero en el caso que nos ocupa, Walter Isaacson asegura que Musk “ya cambió de opinión”.
Nos dice que tomaron la decisión de que “la plataforma de próxima generación” se construya en la planta de Austin, Texas. Cuando menos en una primera etapa.
“Musk decidió en un principio que Tesla levantaría una nueva fábrica en el norte de México, a unos 640 kilómetros al sur de Austin…”, “se dio cuenta de que tendría problemas para lograr que sus mejores ingenieros se trasladaran a la nueva fábrica. En mayo del 2023 decidió cambiar la ubicación de construcción inicial de los autos de próxima generación a Austin”, dice su biógrafo en la página 569 del libro.
Con esta información podemos afirmar que Tesla no vendrá a México, cuando menos en los siguientes años. Quizás después, pero es difícil saberlo, y seguramente ni Musk lo sabe.
POR HOMERO NIÑO DE RIVERA
ABOGADO Y EXDIPUTADO FEDERAL
@HOMERONR
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