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– ¿Te sientes hinchado después de tomar cerveza? Quizá lo has estado haciendo mal toda la vida
Por Redacción
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En la mesa se libran muchas guerras y una de la que siempre se sale mareado es un eterno debate etílico: cerveza en lata o botella. Para quienes siguen enfrascados en esta pelea, la realidad es que cada envase tiene sus ventajas, pero sea cual sea la que prefieras, siempre es mejor beber la chela en vaso.
“¡Pero qué elegancia, la de Francia!”, dirán los amantes de la caguama en mano, la cual siempre es bienvenida en los días calurosos; sin embargo, esto de verdad tiene una razón de ser y el sabor final lo comprueba.
¿Por qué es mejor tomar la cerveza en vaso?
Aprecias mejor el sabor
Cerveceros de México recomienda siempre tomarla en un vaso porque al servirla es posible percibir mucho mejor todas las propiedades que la componen, desde su aroma hasta su sabor, explican en una publicación.
Asimismo, la cervecera Ámbar agrega que de esta manera se permite que aromas se volaticen y se aprecian a detalle.
“Al beberla en un vaso o copa, la cerveza no se agita como cuando la tomas de una botella, es más fácil controlar la cantidad que vamos ingiriendo, reteniéndola más tiempo en el paladar y siendo así más sencilla y placentera su degustación”, describe Ámbar.
Diversos especialistas en la chela coinciden en que al vaciarla de la lata o botella a un vaso, copa o tarro se libera el gas carbónico y se forma la espuma, dos elementos que todo buen bebedor aprecia al disfrutar la bebida.
No te hinchas
De acuerdo con la cervecera Ámbar, cuando el CO2 se libera más rápido en el vaso que en la botella se evita la sensación de hinchazón en el estómago.
¿En qué tipo de vaso servir la cerveza?
Según explica Cerveceros de México, hay que elegir el vaso correcto según el estilo de la chela que se va a tomar, “esto permite apreciar características, como son aroma, apariencia, sabor y sensación en boca”.
Solo recuerda tener tu vaso frío, pero no helado antes de servirla, ya que el hielo descarbonata la cerveza y afecta la espuma, así que refresca el interior con un poco de agua fría antes de servir.
A cada cerveza le corresponde un vaso y estos son los cinco principales:
Shaker o pinta americana
La pinta es la más popular, un vaso recto y ligeramente ancho en la parte de arriba, recomendada para los estilos Ale, IPA, Pilsner y Lager.
Su capacidad va de 400 a 600 mililitros, la anchura en la boca del vaso permite que se liberen los aromas.
También existe la pinta irlandesa, pensada para la Irish stout o la Irish ale.
El tarro es uno de los clásicos, con capacidad aproximada de 340 mililitros, perfecto para Amber, Brown ale, Lager y Pilsner.
Gracias a que es de vidrio grueso y el mango para sostenerla, la temperatura se mantiene fría por más tiempo, pues no se transmite el calor de la mano, además, su forma permite enfriarlo para adecuar la temperatura.
Es un vaso alto, angosto en la base y de boca ancha, su capacidad es de 500 mililitros, ideal para estilos Witbier, Hefeweizen y Wheat ale.
Su nombre viene de la palabra alemana weizen (trigo) y se recomienda precisamente para cervezas con ese ingrediente, ya que generan mucha espuma al servirse.
Es un tipo de copa estrecha, con capacidad de 180 a 250 mililitros, también usada para tomar coñac o ron, ideal para Imperial Stout y Double IPA, también cervezas belgas.
“Su forma permite agitar la copa en remolinos, lo que ayuda a captar y potenciar los aromas”, describe Cerveceros de México.
Ámbar agrega que es ideal para cervezas con cuerpo y más volumen de alcohol, “su amplia superficie inferior redondeada está diseñada para aumentar la transferencia de calor de la mano y la parte superior se estrecha hacia adentro para potenciar y capturar los aromas”.
Con capacidad de 360 mililitros, mide 15 centímetros y tiene forma de cono, recomendada para Lager y Pilsner. Gracias a su altura, la espuma se puede expandir y los aromas se manifiestan.
