Foto: Cortesía
Agencia México
La conductora de televisión sigue sobrellevando la muerte de su madre, la señora Isabel Martínez, quien falleció en su casa el pasado 30 de julio tras luchar por varios años contra la fibromialgia que le aquejaba.
Ante este escenario, Andrea Legarreta confesó a los reporteros que la esperaban a las afueras de Televisa San Ángel que no ha sido nada sencillo retomar su vida, por lo que ha tenido que sacar fuerzas de flaqueza para continuar con sus labores profesionales y personales.
“La gente piensa que a lo mejor con el día a día vas a estar mejor, y al final te vas adaptando a como seguir viviendo, y a reconstruirte, pero no, el día a día para mí ha sido todavía más duro en el sentido de que la extraño más, me estoy dando cuenta que de verdad no la voy a tener físicamente y es muy duro. Hay momentos donde siento mucho miedo, he pasado por diferentes momentos, me siento a veces como una niña chiquita (…) mi niña chiquita quiere a su mamá”, contó la presentadora de Hoy con la voz entrecortada.
Sin embargo, la artista sorprendió al confesar que doña Isabel buscó la forma de hacerse presente y despedirse de ella tras partir físicamente de este mundo.
“Tengo ahí una mascada de ella que usaba mucho, que tiene su olor, la huelo todos los días, cierro los ojos y me imagino que la estoy abrazando, y sí, de pronto me dice la gente ‘va a haber señales’. Alguna vez pasó algo que me conmovió mucho, que fue muy bello, que sí lo veo como tal, pero no importa la edad que tengamos nosotros y la edad a la que ellos se hayan ido, al final siempre nos faltan, y ella me hace mucha falta”, declaró.
Al ser interrogada sobre el suceso que vivió, Legarreta relató: “Yo tengo unas tarjetas, que son unas tarjetas del alma, alguna vez me las regalaron, y cada tarjeta tiene un dibujo y un tema distinto que te ayuda día a día, te da un mensaje lindo, cuando yo llegué a casa después de haber ido a Acapulco, cuando murió, en la noche saqué una tarjetita, y la tarjetita tenía un pájaro rojo sobre unas ramitas y el mensaje era muy bello, tenía mucho que ver con la vida y la muerte, y sobre todo con el amor”.
“Y al día siguiente al despertar, me levanté, me volví a acostar, y como que algo me decía ‘abre la ventana’, cuando abro mi cortina, justo en mi jardín, había sobre una base de metal en la punta, un pájaro rojo y no dejó de estar ahí más de 7 u 8 días, todos los días un pájaro rojo (…), pero aquí [en la CDMX] no es tan común”, añadió.
Finalmente, Andrea subrayó que su mamá dejó pasar algunos días para volver a manifestársele de la misma forma, por lo que a pesar de todo el dolor que siente, sabe que se encuentra bien en estos momentos.
“Yo ya no lo veía, no sé si iba, pero yo ya no lo veía. Hicimos una misa para mi mamá el sábado pasado, estaban los hermanos de mi mamá, mi papá y yo estábamos en la cocina, preparándonos para irnos, y de repente volteo y lo veo, cuando estaban todos ellos, ahí estaba el pajarito rojo. De pronto uno tal vez al extrañar prefiere agarrarse de eso y pensar que sí es verdad, que sí es un mensaje y yo me quedó con que sí es un mensaje”, expresó Legarreta emocionada.
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