Foto: TikTok
– Los adolescentes muestran y celebran sus bromas a través de redes sociales
Noticieros Televisa
El COVID-19 ha provocado que la gente saque su lado más ingenioso, aunque eso no significa precisamente que sea destinado para realizar buenas acciones, pues los jóvenes menores de edad lo han utilizado para conseguir alcohol gracias al uso de cubrebocas. Sí, por más extraño que parezca.
De acuerdo a diversos reportes de medios estadounidenses, jóvenes menores de 21 años han aprovechado el ‘modo incógnito’ que genera el uso de cubrebocas o mascarillas -por lo poco que deja ver del rostro- para entrar a licorerías y comprar bebidas embriagantes.
Sin embargo, este proceso conlleva toda una planificacion, pues los adolescentes no solo se colocan el cubrebocas y listo (aún así podrían ser reconocidos). Para poder ejecutar su compra ilegal de alcohol también han decidido vestirse y caracterizarse como adultos mayores.
A través de redes como TikTok, algunos usuarios han subido videos realizando la ‘travesura’. En una de las reproducciones es posible ver cómo una adolescente se coloca una máscara (como las que se utilizan en Halloween), un cubrebocas y ropa holgada para después entrar a una tienda de autoservicio y salir con bebidas alcohólicas. Posteriormente, ante la celebración de las personas que la acompañan, la chica baila y se quita el disfraz, demostrando lo sencillo que fue para ella conseguir bebidas.
Y así como el caso anterior, son varios más los videos que han confirmado que el modus operandi de caracterizarse como una persona de la tercera edad funciona; incluso en otra reproducción se ve cómo una chica acompaña a su “abuela” (una amiga disfrazada). “Oh, Dios mío, funcionó“, mencionan celebrando su acción.
Por si fuera poco, comediantes que han visto este tipo de videos han ‘apoyado’ las acciones con comentarios, como el comediante Jason Lawhead. “Ahora que tenemos que usar mascarillas, este es el mejor momento para comprar alcohol con una identificación falsa desde principios de los años 80”, escribió.
Con información de New York Post