El enviado especial para el clima, John Kerry, ha viajado a México en tres ocasiones en cinco meses para abordar temas de la reforma eléctrica.
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Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador recibiera al enviado especial para el clima de Estados Unidos, John Kerry, la embajada estadounidense en México emitió un comunicado en el que señaló que la reforma eléctrica impulsada por el primer mandatario podría suponer una “posible violación de las obligaciones fundamentales del T-MEC, lo que pone en riesgo miles de millones de dólares de inversión potencial en México”.
En la declaración pública emitida por la Embajada de Estados Unidos en México se menciona que “el secretario Kerry y el embajador (Ken) Salazar reiteraron las importantes preocupaciones que los Estados Unidos han planteado sobre los cambios en la política energética de México, tanto la enmienda constitucional propuesta como los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica”.
Para Estados Unidos, la reforma eléctrica impulsada por el gobierno de México podría implicar un “aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero”. Al respecto Kerry declaró que ambos países deben acelerar “la lucha contra el cambio climático, y para hacerlo, es necesario trabajar juntos para aprovechar la oportunidad económica que presenta el desarrollo de energía limpia”.
El de esta semana fue el tercer viaje que realiza John Kerry en los últimos cinco meses, los tres relacionados con la reforma eléctrica impulsada por el presidente López Obrador, “lo que destaca la importancia que el gobierno de los Estados Unidos le brinda a esta relación bilateral en la lucha global para evitar las peores consecuencias de las crisis climática”.
Este viernes, un día después del encuentro con Kerry, el presidente López Obrador rechazó que un grupo de funcionarios del gobierno de Estados Unidos revisen su iniciativa de reforma eléctrica.
“Sí hubo un planteamiento de que se mantuviese la comunicación sobre el tema y que participara un grupo, pero ellos plantearon eso y yo me quedé callado, no se aceptó. A lo mejor ellos pensaban que eso iba a ser aceptado y alguien se adelantó a decir que nosotros íbamos a aceptar que un grupo que casi vigilara nuestra actuación”, dijo el mandatario.
Dicho grupo estaría encabezado por el embajador Ken Salazar, de quien López Obrador comentó que tiene las puertas abiertas y hay buena relación, “pero hay una gran diferencia entre escuchar, informar, conversar, comunicarnos a imponer un grupo para vigilarnos, observarnos, eso pues no lo permite nadie, a lo mejor sí, en otros tiempos, gobiernos sumisos, entreguistas, pero ya no son los tiempos de antes”.