Por Euronews en español
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Arnaud Szalies, pastelero belga, trabaja cada día con lo que hoy por hoy él llama “oro blanco”. Con la guerra desatada tras la invasión rusa de Ucrania, el precio de la harina, como el de otras muchos productos y materias primas, se ha disparado en los mercados. Arnaud es campeón de Europa de pastelería y campeón del mundo de esculturas de Hielo, pero lamentablemente eso no le protege de las fluctuaciones de los mercados.
“En los últimos tres meses del año hemos tenido un aumento del 30 por ciento, y ahora con la guerra no sabemos hasta dónde llegará”, confiesa Arnaud. “Pedimos harina, pero no sabemos el precio al que la pedimos, así que por supuesto es difícil definir un precio de coste y un precio de venta. Puedes imaginar que si compramos algo sin saber el precio no sabemos a cuánto venderlo, y eso nos hace perder clientes, porque nos vemos obligados a subir nuestros precios a pesar de todo. Se trata de seguir el mercado”, confiesa el pastelero.
Arnaud ha tenido además que prescindir de parte de su equipo. A partir de ahora sólo contará con un ayudante en la cocina para gestionar la producción de sus dos talleres. El chef pasa todos los días entre sus hornos para tratar de mantener su negocio a flote.
Ucrania, el granero de Europa
Ucrania, el granero de Europa
Junto a él, todo el sector observa con preocupación la situación entre Ucrania y Rusia. Moscú es el primer exportador mundial de trigo y Kiev el cuarto. Bélgica es muy dependiente de este producto, como se encarga de recordar el copresidente de la Confederación Belga de Panadería y Pastelería, Albert Denoncin.
“Dependemos esencialmente de Ucrania”, reconoce Denoncin. “No debemos olvidar que Ucrania es el granero de Europa. Y con lo que está sucediendo en este momento, no hay nada que salga de Ucrania. Esto significa que mañana podríamos ver cuadruplicado el precio de la harina, lo que no nos sorprendería dadas las circunstancias actuales”.
Pero no solo el trigo preocupa a las más de 3500 panaderías y pastelerías de este país. El sector también ha visto disparada su factura energética en los últimos meses, y la guerra de Ucrania hace que los precios sigan subiendo.
“El año pasado pagábamos 3.000 euros al mes por la electricidad y acabamos de recibir un cobro de 9.000 euros”, cuenta Arnaud. “Así que les dejo imaginar que lo peor está por llegar. El año que viene, ¿cuánto pagaremos? No tengo ni idea”.
A pesar del aumento de los costes de las materias primas y de la energía, no se espera que las panaderías se vayan a quedar sin suministros a corto plazo.
