Jerome Powell aceptó que es el momento adecuado para dejar de utilizar la palabra ‘transitoria’ en el análisis de la alta inflación que se registra.
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EFE.- La elevada inflación que vive Estados Unidos podría ser más “persistente” de lo anticipado con la llegada de la nueva variante Ómicron del coronavirus causante de Covid-19, por lo que la Reserva Federal (Fed) evalúa acelerar la retirada del programa compra de bonos.
Así lo advirtió este martes el presidente de la Fed, Jerome Powell, en una comparecencia ante el comité bancario del Senado de Estados Unidos, en la que estuvo acompañado por la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
“La amenaza de una persistente elevada inflación ha crecido”, reconoció el banquero central.
Powell daba así un paso atrás frente a su insistencia en los últimos meses en que la subida de precios en Estados Unidos sería de carácter “temporal” y “transitoria”.
De hecho, señaló que quizá sea el “momento adecuado” para dejar de utilizar la palabra “transitoria”.
En octubre, la inflación interanual se ubicó en Estados Unidos en el 6.2%, el mayor nivel en tres décadas en el país.
El banco central tenía previsto cerrar esta inyección de liquidez antes de la fecha prevista anteriormente de mitad de 2022.
“La economía es muy fuerte y las presiones inflacionarias son altas, y por lo tanto es apropiado a mi juicio acelerar la conclusión de nuestras compras de bonos quizá unos meses antes”, señaló ante los legisladores.
En su último encuentro a comienzos de este mes, la Fed dejó sin cambios los tipos de interés en el rango de entre 0% y 0.25% y anunció el inicio de la rebaja de las inyecciones de liquidez en 15,000 millones de dólares al mes.
Con esa decisión, el volumen de compras mensuales de bonos, hasta ahora de 120,000 millones de dólares, se iría reduciendo progresivamente con el objetivo de acabar completamente con el programa a mediados de 2022.
Ómicron: nerviosismo en los mercados, calma de Biden
Asimismo, Powell reconoció que la potencial llegada de la variante Ómicron del coronavirus añade “incertidumbre” al panorama y podría tener consecuencias en el empleo y el crecimiento económico.
“Una mayor preocupación sobre el virus podría reducir la voluntad de la gente para trabajar en persona, lo que ralentizaría el progreso en el mercado laboral e intensificaría los problemas en las cadenas de suministro”, sostuvo.
El anuncio de una posible aceleración en la retirada del estímulo provocó notables caídas en los mercados financieros. Según datos preliminares, el S&P 500 perdió 87.25 puntos, o 1.87%, a 4,568.02 unidades, mientras que el Nasdaq Composite cedió 239.43 puntos, o 1.52%, a 15,543.40 unidades. El Promedio Industrial Dow Jones cayó 648.13 puntos, o 1.84%, a 34,487.81 unidades.
“Leyendo entre líneas, parece que Powell está ahora dramáticamente más preocupado por el riesgo de una sostenida inflación”, señaló en una nota a clientes Matt Weller, director de investigación global de la plataforma de inversión Forex.
Las palabras del jefe de la Fed se producen después de que ayer lunes el presidente estadounidense, Joe Biden, tratara de hacer un llamado a la calma ante el nerviosismo generado por la variante Ómicron.
La nueva variante, identificada por primera vez en Sudáfrica, “es motivo de preocupación, pero no de pánico“, afirmó Biden en un discurso desde la Casa Blanca en el que reconoció que es “casi inevitable” que “en algún momento” llegue al país.
Sin embargo, Biden remarcó que el país se encuentra en “mejor situación” que la Navidad del pasado año, y urgió a los ciudadanos a buscar la dosis de refuerzo de las vacunas disponibles en Estados Unidos.
Este país, el más golpeado por la pandemia con más de 775,000 fallecidos, cuenta con casi el 60% de su población vacunada con la pauta completa y cerca del 20% ha recibido además ya la dosis de refuerzo.