*** Lo que antes fuera el punto de impulso al agro hoy esta solitaria
Por Mauro Moreno Campos/Astronoticias
Los pasillos del SADER que se conoce distrito de Desarrollo Rural 161 de El Mante, Tamaulipas, lucen vacios, semi oscuros, sin vida, las oficinas a media luz, con escritorios solos, una ó dos personas en ocasiones, están para recibir a los osados que aún se atreven a visitar las antes bulliciosas oficinas.
Por fuera, el edificio luce los colores oficiales del gobierno federal, pero no hay sellos, escudos o la razón social de la oficina, solo el blanco con el guinda y nada más, por inercia se sabe que ahí funciona el distrito de desarrollo, porque nada hay que así lo indique, soledad y nada de movimiento.
Sin programas para siembra, sin programas para mecanización del campo, sin programas para mejorar la ganadería en la zona, nada que ofrecer, nada que dar, y el personal cada día es menos, el CADER que está en ese mismo edificio, sigue la misma tónica, sin nada que ofrecer al productor y solo sobreviviendo con el mínimo de personal, la austeridad a todo lo que da.