Más de 10,000 pacientes estaban hospitalizados en Florida hasta el domingo, superando el récord de ese estado. Se esperaba que Luisiana batiera su récord en 24 horas.
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Reuters.- Los estados de Florida y Luisiana se encontraban en o cerca de sus cifras de hospitalización más altas durante la pandemia de coronavirus el lunes en Estados Unidos, golpeados por una variante Delta que se sigue extendiendo.
Más de 10,000 pacientes estaban hospitalizados en Florida hasta el domingo, superando el récord de ese estado. Se esperaba que Luisiana batiera su récord en 24 horas, lo que llevó al gobernador John Bel Edwards, un demócrata, a ordenar a los residentes que volvieran a usar mascarillas en lugares cerrados.
“Estos son los días más oscuros de esta pandemia”, dijo la doctora Catherine O’Neal, directora del Centro Médico Regional Our Lady of the Lake en Baton Rouge, Louisiana, en una conferencia de prensa junto a Edwards. “Ya no estamos brindando la atención adecuada a los pacientes”.
O’Neal instó a los habitantes de Luisiana a vacunarse y advirtió que los hospitales estaban abrumados. Muchas enfermeras están contagiadas con el virus, dijo la doctora, dejando al estado con un déficit de personal de 6,000 personas.
Las hospitalizaciones en Arkansas también están aumentando y eventualmente podrían romper récords.
En California, los líderes políticos de ocho condados del Área de la Bahía de San Francisco restablecieron las órdenes obligatorias de usar mascarillas en lugares públicos cerrados a partir de la medianoche del martes por la mañana.
Los gobernadores de Nueva York y Nueva Jersey dijeron que se requerirá que los trabajadores de transporte, cárceles, hospitales y hogares de ancianos se vacunen o se sometan a pruebas periódicas. El alcalde de Denver, Michael Hancock, dijo que la vacunación será obligatoria para los más de 11,000 empleados de la ciudad.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, instó a los bares, restaurantes y otras empresas privadas a exigir que los clientes se vacunen antes de poder ingresar. Cuomo dijo que las vacunas podrían ser obligatorias para los trabajadores de hogares de ancianos, maestros y trabajadores de la salud si el número de casos no disminuye.
En tanto, el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, sugirió que podría tomar medidas aún más drásticas contra los residentes y las empresas.
Estos llamados representan los últimos intentos de las autoridades estadounidenses para alentar a la gente reacia a vacunarse, en un momento en que la variante Delta del coronavirus, altamente contagiosa, se propaga en todo el país.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, ha adoptado la postura opuesta. Emitió una orden ejecutiva la semana pasada prohibiendo que las escuelas obliguen a cubrirse la boca, diciendo que los padres deben tomar esa decisión por sus hijos.
Florida tiene uno de los peores brotes en la nación y aproximadamente una cuarta parte de los pacientes con Covid-19 hospitalizados del país, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.