* Los ríos y nacimientos se están secando, las presas al mínimo de sus niveles
Por Mauro Moreno Campos/Astronoticias
La galopante sequía que se ha enseñorado en la región, desde al menos 5 años a la fecha, comienza a cobrar su cuota con marcada disminución de los afluentes de la región, con baja en los mantos freáticos que alimentan los nacimientos de aguas en los diferentes sitios de Mante y municipios vecinos.
Preocupante son las imágenes que se ven a lo largo del recorrido del Río Guayalejo, donde a su paso por el ejido Brownsville en el municipio de Xicoténcatl, es prácticamente una regadera, el río Sabinas que también esta casi seco, poca agua aporta a dicho afluente Guayalejo, más el río Frío, que deja ver el fondo del afluente por la poca agua que arrastra, sin contar la casi nula presencia de líquido en el río Comandante.
Las presas como la San Lorenzo de Xicoténcatl, las Animas en el Mante mantienen solo del 26 al 30 % de sus capacidades reales en el almacenamiento del líquido, que está obligando a los organismos como los distritos de riego a casi cerrar la salida del agua para los cultivos, concentrándose solo en mantener el fluido necesario para la flora y fauna de dichos vasos lacustres.
La presa derivadora la Aguja en el municipio de El Mante, desde hace semanas atrás tiene ya encendidos los focos rojos, al registrar descenso histórico en la salida de agua del Nacimiento del Río Mante, muy por debajo del nivel acostumbrado cercano a los 9 metros cúbicos de agua por segundo hasta poco menos de 3 metros cúbicos por segundo, casí una tercera parte de su producción de agua.
