domingo, noviembre 24, 2024
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México, el peor país para vivir durante pandemia de COVID-19, según ranking de Bloomberg

Las naciones han manejado de diferente manera las consecuencias de esta enfermedad. Conoce cómo se posicionan a nivel mundial.
BLOOMBERG /RACHEL CHANG, JINSHAN HONG Y KEVIN VARLEY

A medida que el COVID-19 se ha extendido por todo el mundo, ha desafiado las ideas preconcebidas sobre qué lugares abordarían mejor la peor crisis de salud pública en una generación.

Las economías avanzadas como Estados Unidos y Reino Unido, clasificadas según varias medidas anteriores a 2020 como las más preparadas para una pandemia, se han visto repetidamente abrumadas por los casos y enfrentan un regreso a costosos cierres.

Mientras tanto, otros países, incluso naciones en desarrollo, han desafiado las expectativas, algunos casi han eliminado el patógeno dentro de sus fronteras.

Bloomberg analizó los números para determinar los mejores lugares para estar en la era del coronavirus: ¿dónde se ha manejado el virus de manera más efectiva con la menor cantidad de interrupciones para los negocios y la sociedad?

El Ranking de Resiliencia COVID puntúa economías de más de 200 mil millones de dólares en diez métricas clave: desde el crecimiento de los casos de virus hasta la tasa de mortalidad general, las capacidades de prueba y los acuerdos de suministro de vacunas que los lugares han forjado.

También se tienen en cuenta la capacidad del sistema sanitario local, el impacto de las restricciones relacionadas con el coronavirus, como los bloqueos económicos, y la libertad de circulación de los ciudadanos.

El resultado es un puntaje general que es una especie de fotografía instantánea de cómo se está desarrollando la pandemia en estos 53 lugares en este momento.

Al clasificar su acceso a una vacuna contra el coronavirus, también brindamos una ventana a cómo la suerte de estas economías puede cambiar en el futuro.

No es un veredicto final, ni podría serlo con imperfecciones en los datos de virus y el ritmo acelerado de esta crisis, que ha visto oleadas posteriores confundir a lugares que manejaron bien las cosas la primera vez.

La circunstancia y la pura suerte también influyen, pero son difíciles de cuantificar.

El Ranking cambiará a medida que los países cambien sus estrategias, el clima cambie y la carrera se intensifique por una vacuna viable.

Aún así, la brecha que se ha abierto entre las economías de arriba y las de abajo probablemente perdurará, con consecuencias potencialmente duraderas en el mundo post-COVID.

Ranking de los países con mejor manejo de COVID-19:
País Puntaje de Resilencia COVID de Bloomberg

1. Nueva Zelanda 85.4

2. Japón 85

3. Taiwán 82.9

4. Corea del Sur 82.3

5. Finlandia 82

6. Noruega 81.3

7. Australia 81.2

8. China 80.6

9. Dinamarca 77

10. Vietnam 74.3

11. Singapur 74.2

12. Hong Kong 73.6

13 Canadá 73.2

14. Alemania 71.2

15. Tailandia 70.2

16. Suecia 68.7

17. Emiratos Árabes Unidos 67.5

18. Estados Unidos 66.5

19. Indonesia 66.1

20. Irlanda 65.1

21. Israel 65

22. Rusia 65

23. Países Bajos 64.4

24. Bangladesh 64.2

25. Egipto 63.2

26.Suiza 62.3

27. Pakistán 61.7

28. Reino Unido 61.5

29. Malasia 61.4

30. Turquía 60.6

31. Grecia 59.9

32. Arabia Saudita 59.6

33. Portugal 59.2

34. India 58.1

35. Sudáfrica 57.8

36. Austria 56.3

37. Brasil 56.2

38. Chile 55.9

39. Irak 54.9

40. Italia 54.2

41. España 54.2

42. Nigeria 53.9

43. Rumania 53.6

44. Polonia 52.2

45. Francia 51.6

46. Filipinas 48.9

47. Irán 48.7

48. Colombia 48.1

49. República Checa 46.8

50. Bélgica 45.6

51. Perú 41.6

52. Argentina 41.1

53. México 37.6

Mejor desempeño
Nueva Zelanda encabeza el ranking a partir del 23 de noviembre gracias a una acción rápida y decisiva.

La pequeña nación insular comenzó a tomar medidas el 26 de marzo antes de que ocurriera una sola muerte relacionada con el COVID-19, cerrando sus fronteras a pesar de la gran dependencia de la economía del turismo.

Al principio, el Gobierno de la primera ministra Jacinda Ardern dijo que apuntaría a la “eliminación” del virus, invirtiendo recursos en pruebas, rastreo de contactos y una cuarentena, todo ello como estrategia para ‘apagar’ la transmisión local.

Habiéndolo logrado en gran medida, los neozelandeses viven básicamente en un mundo sin la enfermedad causada por el SARS-COV-2. La nación ha visto solo un puñado de infecciones en la comunidad en los últimos meses, y la música en vivo y los eventos sociales a gran escala han vuelto.

Aunque sus industrias turísticas están sufriendo, Nueva Zelanda también está bien posicionada para una vacuna con dos acuerdos de suministro, incluido uno para la inyección desarrollada por Pfizer y BioNTech de Alemania.

En segundo lugar está Japón, que trazó un camino diferente. Se carece de medios legales para hacer cumplir un bloqueo, pero otros puntos fuertes surgió rápidamente.

Debido a los brotes de tuberculosis en el pasado, el país ha mantenido un sistema de centro de salud pública dotado de marcadores de contactos que se reasignaron rápidamente para tratar el COVID-19.

Los altos niveles de confianza social y cumplimiento significaron que los ciudadanos usaran cubrebocas de manera proactiva y evitaran los lugares concurridos.

Aunque ahora está viendo un aumento récord en las infecciones a medida que se acerca el invierno, la nación de más de 120 millones de personas tiene solo 331 casos graves de COVID-19 en la actualidad; Francia, con una población de la mitad del tamaño, tiene casi 5 mil pacientes con virus en cuidados intensivos.

La capacidad de Japón para evitar decesos a pesar de tener la población más vieja del mundo lo impulsó más alto, al igual que su previsión al cerrar cuatro acuerdos de vacunas, incluidos los dos candidatos principales que utilizan la revolucionaria tecnología de ARNm.

El éxito de Taiwán, que ocupa el tercer lugar, es aún más notable si se consideran sus vínculos con China continental, donde apareció el virus por primera vez en diciembre pasado.

Las redes que transmiten noticias preocupantes de Wuhan permitieron a Taiwán actuar temprano para restringir la entrada en sus fronteras. Luego, la isla fue pionera en un enfoque centrado en la tecnología para reunir a sus 23 millones de personas para protegerse: lanzar aplicaciones que detallan dónde hay mascarillas en existencia o enumeran las ubicaciones donde las personas infectadas estuvieron.

Han pasado más de 200 días sin un caso de virus transmitido localmente y, al igual que en Nueva Zelanda, la vida ha vuelto en gran medida a la normalidad, aunque las fronteras permanecen cerradas.

Sin embargo, Taiwán hasta ahora no ha firmado ningún acuerdo bilateral para las vacunas más avanzadas.

Reacción rápida
Muchos en el ‘top 10’ fueron pioneros y modelaron lo que han surgido como las estrategias más efectivas para luchar contra COVID-19. El control fronterizo ha sido un elemento clave, comenzando con el cordón sanitario original de China alrededor de la provincia de Hubei, que en gran medida protegió al resto del país de la infección.

La economía donde comenzó esta crisis es la más grande de las de mejor desempeño, con pruebas masivas implementadas a la primera señal de nuevos casos y una cuarentena obligatoria de 14 días para los viajeros.

La propensión de China a imponer bloqueos agresivos en regiones donde los recursos médicos o de rastreo son escasos es una desventaja.

Las tres naciones nórdicas en los primeros diez escaños reflejan cómo el control fronterizo se ha utilizado con eficacia en Europa.

Finlandia y Noruega han bloqueado la entrada a la mayoría de los extranjeros desde mediados de marzo, aunque forman parte del área Schengen sin pasaporte de Europa.

Las naciones europeas mejor clasificadas lograron evitar el resurgimiento que ahora envuelve a países como Francia, Reino Unido e Italia causado en parte por los viajes de vacaciones de verano.

Las pruebas y el rastreo efectivos son un sello distintivo de casi todos los 10 principales, incorporados en el enfoque de Corea del Sur.

El país aprobó los kits de diagnóstico de manufactura propia a las pocas semanas de la aparición del virus, fue pionero en las estaciones de prueba y tiene un ejército de rastreadores de contactos ultrarrápidos que revisan los registros de tarjetas de crédito y las imágenes de las cámaras de vigilancia para rastrear los grupos.

Al igual que Japón, Pakistán y otras partes de Asia, Corea se ha basado en la experiencia epidémica reciente después de sufrir un brote del síndrome respiratorio de Medio Oriente, o MERS, en 2015.

La experiencia del brote de SARS de 2003, que involucró un coronavirus similar, ayudó esta vez al este y sureste de Asia, destacó Helen Clark, quien era primera ministra de Nueva Zelanda en ese momento.

“Tenían planes y sabían sobre el rastreo de contactos y el aislamiento y demás”, aseveró en una entrevista. “Esa experiencia quedó grabada en sus recuerdos”.

¿La fórmula mágica?

El bajo desempeño de algunas de las democracias más prominentes del mundo, incluidos Estados Unidos, Reino Unido e India, en contraste con el éxito de países autoritarios como China y Vietnam, ha suscitado dudas sobre si las sociedades democráticas están preparadas para hacer frente a las pandemias.

El Ranking COVID de Resiliencia de Bloomberg cuenta una historia diferente: ocho de los 10 principales son democracias. El éxito en contener el virus SARS-COV-2 con la menor interrupción parece depender menos de poder ordenar a las personas que se sometan, sino de que los gobiernos generen un alto grado de confianza y cumplimiento social.

Cuando los ciudadanos tienen fe en las autoridades y en su guía, es posible que los cierres no sean necesarios en absoluto, como lo demuestran Japón, Corea y, hasta cierto punto, Suecia. Nueva Zelanda enfatizó la comunicación desde el principio, con un sistema de alerta de cuatro niveles que le dio a las personas una imagen clara de cómo y por qué actuaría el Gobierno a medida que evolucionara el brote.

La inversión en infraestructura de salud pública también es importante.

Subestimados en muchos lugares antes de 2020, los sistemas de rastreo de contactos, pruebas efectivas y educación para la salud reforzaron a los mejores, ayudando a socializar el lavado de manos y el uso de máscaras faciales.

Esto ha sido clave para evitar bloqueos económicamente paralizantes, dijo Anthony Fauci, el principal funcionario de enfermedades infecciosas de Estados Unidos.

La cohesión social ha sido un factor de diferenciación importante en esta pandemia, destacó Alan López , profesor laureado y director del grupo de carga global de enfermedad de la Universidad de Melbourne.

“Si nos fijamos en la sociedad japonesa, las sociedades escandinavas, hay muy poca desigualdad y mucha disciplina en ellas”, expuso López. “Eso se traduciría en una respuesta más cohesiva del país y por eso están en la cima”.

Ventaja de la vacuna
La falta de una respuesta eficaz al virus por parte de Estados Unidos ha sido uno de los desarrollos más asombrosos de la pandemia.

La superpotencia lidera el mundo en casos y muertes, y su reacción a la crisis se ha retrasado desde el principio, desde la escasez de equipos médicos y suministros, hasta la falta de coordinación en los esfuerzos de pruebas y rastreo y la politización del uso de máscaras.

En cambio, la administración del presidente saliente Donald Trump se ha centrado principalmente en tratamientos y vacunas. Se asignaron unos 18 mil millones de dólares a los desarrolladores de dosis para acelerar su trabajo en una iniciativa conocida como Operation Warp Speed, incluso cuando los estados pidieron ayuda financiera para enfrentar la crisis.

Este enfoque singular impulsó a EU en el ranking de Bloomberg: la creciente carga de casos y el aumento de muertes significa que, de lo contrario, estaría 11 peldaños más bajo. La extraordinaria eficacia de las vacunas de ARNm experimentales, que podrían autorizarse para uso de emergencia en el territorio estadounidense partir del próximo mes, puede marcar un punto de inflexión ahí.

Mientras que algunos otros lugares también tienen acuerdos con la misma cantidad de vacunas, EU ha ordenado la mayor cantidad de dosis en el mundo, más de 2 mil 600 millones, de acuerdo con acuerdos de suministro potenciales y finalizados seguidos por investigadores del Duke Global Health Innovation Center. Aún así, siguen existiendo desafíos monumentales en la distribución de vacunas en todo el país.

“En el caso de EU, lo único que han hecho bien es que han financiado más I+D, no solo para empresas con sede en el país, sino para compañías de todo el mundo”, explicó Bill Gates en el Foro de Nueva Economía de Bloomberg este mes. “Eso fue algo bueno. Eso fue un favor para el mundo. Estados Unidos está en la parte de atrás del grupo”.

Canadá también se ve reforzado por su enfoque en vacunas, firmando acuerdos de suministro con cinco inyecciones diferentes en las etapas finales y asegurando dosis suficientes para muchas veces su población.

La Unión Europea, que está forjando acuerdos sobre vacunas como un bloque, tiene tres acuerdos finalizados.

China también obtiene una alta puntuación en el acceso a las vacunas, aunque sus acuerdos son en gran parte con sus propios desarrolladores locales, que han proporcionado comparativamente menos información sobre la eficacia de sus inyecciones que algunas empresas occidentales.

En la batalla de las superpotencias, China prácticamente ha eliminado el virus dentro de sus fronteras, pero obtiene puntuaciones más bajas que Estados Unidos en el indicador de cobertura sanitaria universal prepandémica, que mide la eficacia de un sistema sanitario.

En general, el indicador de Acceso a las Vacunas COVID refleja el poder perdurable de las naciones ricas y grandes, incluso si algunas no han logrado contener el virus.

Las economías en desarrollo más pequeñas que han logrado acuerdos lo han hecho en gran medida al ofrecer albergar ensayos clínicos y fabricación de vacunas.

“Los países grandes se han asegurado de ser los primeros en la cola, a veces con medidas extremadamente completas”, dijo el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, de este mes. “Puedo entender esa urgencia política. Creo que es una realidad que se saldrán con la suya “.

Valores atípicos y sorpresas
El Ranking COVID de Resiliencia de Bloomberg expone algunas verdades incómodas para las naciones que alguna vez fueron consideradas las más avanzadas del mundo. A partir del 23 de noviembre, los principales países europeos como el Reino Unido y Francia se encuentran en la mitad inferior de la lista.

La conectividad ha surgido como una maldición en la era de la pandemia, con centros de viajes globales y ciudades del mundo como Londres, Nueva York y París convirtiéndose en epicentros donde las infecciones fueron sembradas por primera vez por viajeros de otros lugares.

Lugares como Tailandia y Singapur que cuentan con viajes y turismo han visto mayores golpes en sus economías.

Por el contrario, países en desarrollo como Pakistán y Bangladesh se han beneficiado de su relativa lejanía. Sus poblaciones también son mucho más jóvenes en promedio, lo que ha ayudado a mantener bajas sus tasas generales de mortalidad. Las pruebas limitadas y los datos de mala calidad oscurecen la imagen en estos lugares, aunque la notificación de casos y muertes está ocurriendo en todas partes.

Europa occidental se encuentra ahora en medio de una ola feroz que ha obligado a los gobiernos a imponer nuevos bloqueos. La contención lograda en la primavera se deshizo al aliviar las restricciones, lo que permitió que los veraneantes volvieran a sembrar el virus.

Bélgica tiene la peor tasa de mortalidad general de las 53 economías después de que el virus arrasó los hogares de ancianos. Esta posición es producto de la decisión de registrar todas las muertes en hogares de ancianos en el punto álgido del primer brote como relacionadas con COVID-19, incluso sin un diagnóstico oficial a través de pruebas.

Reino Unido, Italia y Francia han visto cómo los casos y las muertes se han disparado en los últimos meses, y el bloqueo más estricto de Francia lo ha hecho descender en el Ranking.

La tasa de pruebas positivas de Francia aumentó a más del 20 por ciento a principios de noviembre desde alrededor del 1 por ciento en julio. Después de imponer un nuevo bloqueo el 30 de octubre, la tasa cayó por debajo del 12 por ciento a partir del 23 de noviembre.

Suecia, que en un principio fue señalada por evitar bloqueos, ahora tiene una puntuación relativamente alta en casi todas las métricas de Bloomberg, y ocupa el puesto 16 en general.

Después de una ola inicial de muertes entre las personas mayores, el desempeño de ese país en los indicadores refleja menos casos, muertes y menos interrupciones que en otras partes de Europa.

Un enfoque menos disruptivo es más sostenible a largo plazo, afirmó Hitoshi Oshitani, profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad de Tohoku y arquitecto clave de dicha estrategia en Japón.

“No creo que este virus desaparezca en los próximos meses, y probablemente en los próximos años, así que tenemos que encontrar la mejor manera de vivir con él”, aseguró Oshitani en una entrevista.

La trampa de la pobreza
Si bien es posible que se hayan equivocado por la naturaleza insidiosa del virus, las economías avanzadas como EU y Alemania han visto cómo su capacidad de prueba y la de los médicos para prevenir las muertes por COVID-19 pueden mejorar con el tiempo.

Estas ventajas no existen en América Latina, la región más devastada por la pandemia. Ocupa la mitad inferior del Ranking, con México en el peor de los 53.

La última tasa de pruebas positivas disponible en el país es de un enorme 62 por ciento, lo que sugiere que la infección no detectada está muy extendida.

Los funcionarios mexicanos han reconocido que el número de muertos en el país probablemente sea significativamente más alto que los datos oficiales, debido a las pruebas limitadas.

Brasil, sitio con el tercer brote más grande del mundo después de India, ocupa el puesto 37.

Al igual que Trump, en varias naciones de Latinoamérica se ha minimizado repetidamente la amenaza del coronavirus.

Este enfoque de liderazgo “arrogante”, sumado a la falta de redes de seguridad social y sistemas de salud pública sólidos, ha empeorado la crisis, mencionó Cynthia Arnson, directora del Programa Latinoamericano del Centro de Estudios Wilson Center de Washington DC.

América Latina es la región más urbanizada del mundo y gran parte de la población vive en condiciones de hacinamiento donde el distanciamiento social es difícil. La alta proporción de personas que dependen del trabajo informal y los salarios diarios significa que pocos están dispuestos a quedarse en casa.

“Las grandes disparidades entre la atención médica pública y privada han alcanzado a la región, al igual que otras formas de desigualdad, incluida la educación”, declaró Arnson.

La mayoría de los países de América Latina no podrán volver a los niveles de crecimiento prepandémicos hasta 2023 y el ingreso per cápita no se recuperará hasta 2025, más tarde que en cualquier otro lugar, destacó el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Aunque la atención se ha centrado en la conmoción en los países desarrollados, es probable que el impacto de la pandemia en las economías emergentes sea más prolongado y sostenido.

En la India, décadas de progreso social y económico han desaparecido porque los niños son sacados de la escuela para trabajar, y el sistema de castas discriminatorio asoma de nuevo a medida que los trabajos escasean en las ciudades.

La pandemia ampliará la brecha entre las naciones ricas y pobres, con hasta 150 millones de personas empujadas a la pobreza extrema para fines del próximo año. Esto retrasará el progreso en la reducción de la pobreza en tres años, según el Banco Mundial.

En lugares como el África subsahariana, la crisis tiene una larga estela.

“Estamos viendo que en África hay muchas más muertes por la interrupción de la atención primaria de salud, incluida la vacunación. Eso ha creado un número de víctimas mayor que el que realmente ha causado el coronavirus ”, expuso Bill Gates, quien también señaló la interrupción en la educación como un gran revés.

“Necesitamos reconstruir en esos países y debemos poner en marcha la innovación. Es, diría yo, un revés de al menos tres o cuatro años para África ”.

¿Qué sigue?
Invierno, vacunas, mutación del virus: las perspectivas de la pandemia siguen siendo inciertas en 2021 y más allá.

Aún así, después de haber soportado un año de lucha contra el COVID-19, los gobiernos y las poblaciones ahora tienen una mejor comprensión del patógeno, la mejor manera de frenar su propagación y mitigar el daño que inflige.

A medida que los datos cambien en los próximos meses, el Ranking de Resiliencia COVID de Bloomberg también cambiará; actualizaremos la imagen a medida que evolucione.

¿Cómo se diseñó el Ranking de Resiliencia al COVID de Bloomberg?

Todos luchan contra el mismo coronavirus, pero casi un año después del inicio de la pandemia, la calidad de vida y el control de la propagación del patógeno se ven enormemente diferentes en todo el mundo. El Ranking de Resiliencia al COVID califica a las 53 economías más grandes con base a su éxito en la contención del virus con el mínimo posible de trastornos sociales y económicos.

Consideramos muchos conjuntos de datos, indicadores e índices producidos por organizaciones de todo el mundo y aplicamos tres criterios fundamentales para reducir la lista a los 10 componentes de nuestro Ranking:

¿Cuán completos son los datos?

Muchos índices y bases de datos relevantes, por ejemplo, medidas sobre confianza en el Gobierno, abarcan solo un pequeño número de lugares. Nos enfocamos en indicadores que cubren la gran mayoría de las 53 economías en el Ranking, llenando los vacíos con sustituciones donde sea razonable.

¿Cuán actualizados están los datos?

Todos los conjuntos de datos tienen un retraso, algunos de hasta unos años. Debido al ritmo y al impacto transformacional de la pandemia, elegimos usar los conjuntos de datos más actualizados en la medida de lo posible, con un retraso máximo de un año. Siete de nuestros indicadores se actualizan diariamente, uno se actualiza trimestralmente y dos son cifras anuales.

¿Quién recopila los datos?

Decidimos usar solo indicadores de organizaciones acreditadas de terceros con un historial de recopilación y análisis de datos.

¿Por qué solo clasifican 53 economías?

Decidimos por brevedad y relevancia limitar la clasificación a economías valoradas en más de US$200.000 millones.

¿Cómo se agrega la clasificación?

Cada uno de los 10 indicadores de datos se agrega a través de “max-min”, que se utiliza para convertir las métricas expresadas en diferentes escalas en una común, mientras se mantiene la distancia relativa entre los valores.

Todos los indicadores se califican en una escala de 0 a 100; 100 (azul) indica el mejor rendimiento y cero (naranja) el peor. El resto cae en el medio, escalados por su distancia el uno del otro. El puntaje final del Ranking es el promedio del desempeño de un lugar en los 10 indicadores, igualmente ponderado.

Bloomberg actualizará el Ranking regularmente a medida que cambien los datos y las circunstancias.

¿Se puede confiar en los datos de COVID-19?

La detección y notificación insuficientes, y la manipulación de datos sobre casos y muertes a causa del virus han sido un problema recurrente en muchas economías durante la pandemia.

En la mayoría de los lugares, las lagunas en los datos se deben en gran medida a la naturaleza caótica y rápida de la crisis: el suministro de kits de prueba ha sido inadecuada, lo que ha llevado a una detección insuficiente de los casos. También es probable que las cifras oficiales de muertes no se reporten debido a que las personas mueren en sus casas antes de ser diagnosticadas, a retrasos en los informes por parte de hospitales abrumados y a muertes por COVID-19 que se registran en algunos lugares bajo otras causas.

Países como España, Estados Unidos y China han ajustado sus números a lo largo de la pandemia, y han surgido informes creíbles de que algunos países, como Irán, Brasil y Rusia, han ocultado o minimizado intencionalmente sus datos. Más allá de eso, el exceso de mortalidad en algunas economías este año (el número adicional de muertes en general en comparación con años anteriores) ha superado las cifras oficiales de muertes de COVID-19.

Aun así, dado que es difícil distinguir entre informes lentos, recursos inadecuados y el ocultamiento intencional de datos, estamos utilizando datos de casos y muertes compilados por la Universidad Johns Hopkins, que se basa principalmente en fuentes gubernamentales, con la conciencia de que probablemente esta no sea la imagen completa.

Tenemos una aclaración sobre las cifras de China, que han sido cuestionadas por Estados Unidos y otros países. A lo largo de la pandemia, el país ha ajustado repetidamente sus datos de virus, agregando casi 15 mil casos nuevos en un día a mediados de febrero y elevando su cifra total de muertos en un 40 por ciento a 4 mil 632 en abril. Estas revisiones posiblemente podrían hacer que sus últimos números sean más confiables. Los investigadores han usado técnicas de detección de fraude para concluir que, si bien China manipuló sus datos en las primeras etapas de la pandemia, sus cifras han sido precisas desde entonces.

¿Por qué dos puntos de datos sobre muertes por virus?

La tasa de letalidad de un mes es un buen indicador de si un lugar está tratando efectivamente a las personas infectadas y evitando las muertes por COVID-19, un aspecto fundamental para contener el virus. Con el tiempo, esta proporción ha mejorado rápidamente entre las economías más desarrolladas, ya que tanto los médicos como los hospitales han aprendido cómo combatir mejor el coronavirus.

La tasa también capta el punto en que se encuentran las economías en sus curvas individuales de la pandemia. Australia tuvo una alta tasa de letalidad durante una brutal ola invernal en el hemisferio sur que provocó un confinamiento de tres meses en el estado de Victoria. A partir de noviembre, con ese brote en gran medida sofocado, la tasa ha caído a un nivel relativamente bajo. Correspondientemente, las tasas de letalidad de los países del hemisferio norte han comenzado a deteriorarse a medida que entran en la temporada de frío.

Sin embargo, la tasa de letalidad de un mes no captura las consecuencias que deja la pandemia en una economía en general, especialmente en lugares como Bélgica, Suecia, Italia, el Reino Unido y Estados Unidos, donde el COVID-19 afectó fuertemente a la población mayor en su fase inicial en la primavera. Un porcentaje más alto de la población de Suecia murió a causa del virus que el de Vietnam, incluso si la capacidad de Suecia para salvar la vida de los pacientes de COVID-19 ha mejorado desde entonces. Es por eso que también hemos incluido un indicador que refleja las muertes acumuladas de COVID-19 como parte de la población total: muertes totales por millón.

Las economías con poblaciones más envejecidas generalmente tienen una calificación más baja en esta medida, dada la forma en que el virus afectó a las personas mayores en su primera ola. En Bélgica, los funcionarios decidieron clasificar todas las muertes en los hogares de ancianos como resultado del COVID-19, incluso si el paciente no fue diagnosticado oficialmente antes de morir. Este enfoque ha convertido a Bélgica en la economía con la calificación más baja en mortalidad general a pesar de una puntuación relativamente alta en su índice de letalidad de un mes.

¿Qué muestra la tasa de prueba positiva?

La tasa de prueba positiva es considerada por los expertos como la forma más confiable de determinar si un lugar está haciendo suficientes pruebas.

Una alta tasa de pruebas de virus que dan positivo indica que las autoridades probablemente solo están evaluando a los pacientes más enfermos que buscan atención médica y no están proyectando una red lo suficientemente amplia. Es una señal de que es probable que haya infecciones no detectadas en la comunidad. La orientación de la Organización Mundial de la Salud es que los Gobiernos deben esperar a que la tasa de prueba positiva caiga por debajo del 5 por ciento durante al menos 14 días antes de relajar las medidas de distanciamiento social.

Para las economías que no informan las tasas de pruebas positivas diarias, derivamos sus tasas dividiendo el número de casos sobre las pruebas totales administradas en la última fecha en que se revelaron los datos. Lo hicimos para China, Hong Kong, Tailandia, Vietnam y Países Bajos. La correlación entre las tasas de prueba positivas diarias de una economía y esta medida es alta, lo que nos da confianza para sustituir estos valores.

Para Brasil, Colombia y Perú, los datos de pruebas reportados incluyen pruebas de anticuerpos, los cuales el proveedor Our World in Data no considera apropiados en comparación con los datos de pruebas de otros países (que generalmente excluyen las pruebas de anticuerpos). Our World in Data tampoco recopila cifras de Egipto y Argentina. Estos cinco países, por lo tanto, no tienen puntajes para este indicador en el Ranking de Bloomberg.

Una advertencia sobre este conjunto de datos es que algunos lugares informan el número total de personas examinadas, mientras que otros informan el número total de pruebas. La posibilidad de que se administren múltiples pruebas a la misma persona en un solo día podría significar que no son exactamente comparables, pero estas diferencias no son significativas en escenarios donde millones de pruebas se realizan a diario.

¿Qué se mide con el indicador de Acceso a Vacunas contra el COVID?

Si bien no hay vacunas aprobadas contra el virus en este momento, varios desarrolladores se encuentran en las etapas finales de las pruebas, y algunas vacunas ya muestran una eficacia extraordinaria, según los últimos datos. Dado que una vacuna se considera la fórmula mágica que podría terminar con la pandemia, asegurar el suministro es un componente importante de la respuesta al covid-19 de una economía.

Algunos lugares, como Estados Unidos, han declarado abiertamente que su estrategia no es necesariamente contener la propagación del virus, sino usar vacunas y tratamientos para finalmente sofocarlo. Dado que el acceso generalizado a una vacuna viable podría conducir a una rápida neutralización de los casos y una disminución de las muertes, decidimos incluirla como parte del Ranking. En consecuencia, ha reforzado algunos lugares donde el virus se está extendiendo de forma descontrolada, es decir, Estados Unidos, hogar del mayor brote del mundo y el mayor número de muertes.

Según una lista de la OMS actualizada cada dos semanas, actualmente hay 11 vacunas contra el covid-19 en pruebas de Fase III, la etapa final antes de la aprobación regulatoria. Bloomberg utilizó una base de datos de acuerdos de oferta de Duke Global Health Innovation Center, completándola con nuestra propia investigación, para producir el indicador de Acceso a Vacunas contra el COVID.

La medida rastrea cuántos acuerdos de suministro ha firmado una economía con los candidatos a la vacuna de Fase III. Se basa en información pública e incluye compromisos anticipados del mercado, cartas de intención, así como acuerdos de fabricación que especifican qué parte del suministro permanecerá en el lugar de fabricación. Los acuerdos para organizar ensayos clínicos no se incluyen a menos que se especifique que el lugar en cuestión recibirá suministros de vacunas después de los ensayos.

Decidimos rastrear el número de acuerdos, no dosis, porque muchos de los acuerdos anunciados no revelan el tamaño de la orden. Algunos candidatos a vacunas también pueden requerir dos inyecciones para ser efectivos, lo que significa que cualquier orden técnicamente solo cubrirá la mitad de las personas en dosis.

Para los pedidos realizados por entidades que representan a múltiples economías como la Unión Europea o la Fundación Carlos Slim, asignamos el acuerdo a todos los lugares del grupo por igual. Los acuerdos en ciertos lugares como Brasil incluyen los celebrados por los Gobiernos estatales.

Elegimos no incluir los acuerdos hechos por Covax, la iniciativa de la OMS para el acceso a las vacunas, ya que casi 200 países ya se han unido, lo que la convierte en un punto de partida común.

Esperamos que esta medida cambie rápidamente y se vuelva más importante para el Ranking de Resiliencia al COVID de Bloomberg a medida que las vacunas comiencen a implementarse. Vamos a ajustar su composición en consecuencia.

¿Qué mide la Severidad del Confinamiento?

Este indicador se basa en un índice producido por la Universidad de Oxford, que evalúa el número y la rigurosidad de las políticas gubernamentales que limitan los movimientos de la población como una forma de contener los crecientes brotes.

Interpretamos que las políticas gubernamentales restrictivas son negativas en el Ranking, ya que cuanto más estricto es el confinamiento, más disrupciones experimentan las personas. Taiwán se encuentra entre los mejores clasificados para este indicador, ya que la población está sujeta a casi ninguna restricción, mientras que los países europeos, muchos de los cuales acaban de imponer estrictos segundos confinamientos, ocupan un lugar más bajo. Una puntuación más alta en Severidad del Confinamiento denota un desempeño menos ventajoso.

Algunos pueden argumentar que los confinamientos estrictos deben considerarse positivamente, como una señal de que un Gobierno está actuando agresivamente para controlar el virus. Pero tras casi un año, y múltiples olas, en esta pandemia, la necesidad de imponer confinamientos refleja un fracaso para contener y manejar el COVID-19, por lo que le damos una puntuación en consecuencia.

Las restricciones estrictas también se correlacionan con el costo mental y económico del virus en una población. La interrupción social y el aislamiento han sido vinculados a mayores tasas de suicidio en algunos lugares, mientras que el cierre de escuelas aumenta la preocupación por el desarrollo infantil y el aumento de las tasas de hambre y abandono escolar entre las familias desfavorecidas. Melbourne, la segunda ciudad más grande de Australia, perdió 1.200 empleos al día durante su segundo cierre de tres meses, una señal de la devastación económica que viene junto con estrictas restricciones, particularmente cuando se aplican repetidamente.

¿La severidad del confinamiento refleja las condiciones en toda una economía?

El índice de la Universidad de Oxford refleja las condiciones más estrictas en una economía dada, independientemente de si esas restricciones se imponen en una región específica. Eso significa que un cierre en una ciudad o un área será la base para el puntaje general de una economía.

Esto naturalmente penaliza a países extensos como China, India e incluso Estados Unidos, donde las condiciones pueden variar mucho de una región a otra y de una ciudad a otra. China tiene puntajes relativamente altos en el índice de Oxford porque algunas regiones están bajo estricto confinamiento. Sin embargo, los residentes de la mayor parte del país, incluidas las megaciudades de Shanghái y Pekín, apenas enfrentan restricciones, y se registraron más de 600 millones de viajes nacionales durante un feriado nacional de una semana en octubre.

Aun así, aunque imperfecto, consideramos que el enfoque de Oxford en toda la economía es un referente de la agresividad de los Gobiernos ante un brote. El libro de jugadas de China este año ha sido imponer algunas de las medidas más opresivas del mundo, desde prohibir a personas en áreas específicas salir de sus hogares hasta realizar pruebas masivas y obligatorias. Entonces, si bien la vida es relativamente relajada para muchos en China en este momento, eso podría cambiar abruptamente si se identificara un solo caso donde viven o trabajan.

¿Qué muestra la movilidad comunitaria?

Dada la amplitud del indicador de severidad del confinamiento y el hecho de que refleja la política del Gobierno y no su impacto, buscamos otro punto de datos para capturar mejor esta imagen. Los informes de movilidad comunitaria durante el COVID-19 de Google, que sustentan nuestra medida de Movilidad Comunitaria, rastrea los movimientos en tiempo real de las personas y ayuda a completar nuestra comprensión de cómo están respondiendo a las restricciones por el virus en sus vidas cotidianas.

Rastreamos el movimiento hacia y desde tiendas, lugares recreativos y de trabajo, con un promedio de 30 días para suavizar los efectos de los períodos festivos. Cuanto más cerca estén los niveles de movimiento de la línea de base prepandémica de la economía, mayor será el puntaje en este punto de datos como parte del Ranking de Bloomberg.

Como los datos de Google no están disponibles para China continental, utilizamos una estimación de un rastreador de actividad creado por Bloomberg Economics, que se utiliza semanalmente en un análisis de actividad en 26 economías principales, para obtener el puntaje correspondiente de China. La correlación entre los datos de Google y el índice de actividad diaria de Bloomberg para las otras 25 economías es alta, lo que nos da confianza para usarlo como sustituto en China.

Google tampoco rastrea los datos de movilidad para Irán, y no pudimos encontrar una fuente alternativa viable, por lo que Irán no califica en este indicador.

¿Qué sigue la medida del PIB?

Este indicador se basa en las proyecciones del producto interno bruto anual del Fondo Monetario Internacional para 2020. Cuanto mayor es la contracción esperada, más desafiante es la realidad económica para las personas en estos lugares y, por lo tanto, más débil es su desempeño en esta medida.

China es un ejemplo de cómo la eliminación local del virus puede conducir a un repunte de la actividad económica. Pero su vasto mercado interno de más de mil millones de consumidores significa que es un caso atípico. Para casi cualquier otro lugar, la contención y el crecimiento económico están en una compleja relación de compensación.

Lugares como Tailandia, Singapur y Nueva Zelanda casi han erradicado la transmisión del virus entre sus poblaciones, pero a un costo masivo para sus economías, que dependen del turismo y los viajeros del extranjero.

Nuestra medida del PIB, Pronóstico de Crecimiento del PIB para 2020, refleja el porcentaje de contracción o expansión proyectada este año en las 53 economías. Elegimos usar este indicador, a pesar de su sesgo hacia las economías emergentes y de alto crecimiento, en lugar de la “oscilación” entre el pronóstico actual en comparación con el pronóstico previo a la pandemia. Esto se debe a que el Ranking pretende mostrar los mejores lugares para estar en este momento, no solo qué tan bien han esquivado el golpe económico del COVID-19.

Los mejores puntajes en el indicador del PIB se asignaron por varias razones. Egipto tiene una economía insular algo desconectada de la oferta global, mientras que los sectores manufactureros de bajo costo en Bangladesh y Vietnam han apoyado el crecimiento en esos lugares, a medida que la desaceleración más amplia alimentaba la demanda de los consumidores occidentales de productos más baratos. Se espera que las economías en desarrollo que crecieron más rápido que las avanzadas antes de la pandemia, como Bangladesh, sigan creciendo modestamente, incluso si se considera un golpe del coronavirus.

¿Por qué el estado de la atención médica antes de la pandemia es relevante para el COVID-19?

El indicador de Cobertura Universal del Cuidado de la Salud se basa en un conjunto de datos de 2019 publicado por el Institute for Health Metrics and Evaluation publicado en Lancet en agosto. Mapea la efectividad de 23 medidas preventivas y de tratamiento, que van desde el acceso a vacunas básicas diferentes a la del COVID hasta la atención del cáncer.

Si bien el conjunto de datos se produjo antes del inicio de la pandemia, refleja la capacidad de una economía para prevenir, detectar y tratar enfermedades de manera efectiva en una población. La deducción de Bloomberg es que los lugares con puntajes más altos en esta medida están en una mejor posición para prevenir el deterioro y la muerte en pacientes con COVID-19, y son más capaces de mantener la provisión de atención médica no relacionada con COVID durante la pandemia. Hong Kong no es rastreado, por lo que no tiene una puntuación para este indicador.

Hay varias medidas y puntos de datos que rastrean la fortaleza de los sistemas de atención médica, incluidos los de la OMS. Elegimos este indicador debido a su integridad: se realiza un seguimiento a 204 países y territorios. También es el más actualizado entre los analizados.

¿Cuál es el objetivo de incluir el Índice de Desarrollo Humano?

Este indicador, producido anualmente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, tiene tres partes: esperanza de vida al nacer, años de escolaridad y riqueza per cápita. Los tres componentes fueron elegidos para representar el bienestar general de una sociedad.

Al igual que los datos en el indicador de Cobertura Universal del Cuidado de la Salud, esta medida captura el rendimiento prepandémico de una economía. Aun así, el Índice de Desarrollo Humano refleja la capacidad de una sociedad para resistir el golpe del COVID-19 y puede ser un referente de cómo las poblaciones han reaccionado a la crisis:

Los años de escolaridad reflejan el acceso a la educación y actúan como un referente de la confianza de la población en la ciencia, que según los expertos es un factor clave para determinar si las personas siguen la orientación de salud pública sobre el distanciamiento social y el uso de tapabocas. Consideramos otras medidas de confianza en la ciencia, como la proporción de títulos de STEM entre los graduados universitarios, pero no encontramos un conjunto de datos alternativo adecuadamente completo y actualizado.

La riqueza per cápita refleja los ingresos de las personas, ajustados por el poder adquisitivo.

La esperanza de vida es un referente de si el acceso a la atención médica es equitativo en una población.

El PNUD no incluye a Taiwán en este indicador, pero el Gobierno allí calcula su propio puntaje de Desarrollo Humano cada año utilizando la misma metodología. Usamos el puntaje publicado por Taiwán para esta medida.

¿Fue examinado el Ranking?

El Ranking de Resiliencia al COVID es el resultado de meses de revisión de varias fuentes de información por parte de reporteros de Bloomberg y especialistas en datos. Fue desarrollado en consulta con expertos en la recopilación de datos y los campos económico y científico. Si bien el Ranking es naturalmente una medida subjetiva, creemos que captura de manera justa y exhaustiva los mejores y los peores lugares para vivir y trabajar en este momento a medida que continuamos superando esta pandemia.

Se transformará y se actualizará a medida que cambien las circunstancias. Permanezcan atentos.

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