Oscar Contreras
La casi segura aprobación del presupuesto federal 2021, por parte de los legisladores de MORENA y sus aliados, es el inicio de una de las etapas más oscuras que los mexicanos hayamos tenido en toda la historia del país.
Y es que estando en plena consolidación de nuestra democracia y habiendo superado el centralismo y la dictadura que tanto daño hizo, nos hemos regresado en la historia y en el panorama político del México de hoy, ronda la incertidumbre de lo que puede suceder por el autoritarismo presidencial.
Esto preocupa porque nadie sabe realmente lo que Andrés Manuel López Obrador pueda decidir con el futuro económico y social del país y en especial con Tamaulipas.
Lo que hicieron sus diputados es de tal dimensión que al aprobar el presupuesto para 2021, el crecimiento económico se detiene y los sectores productivos del país, les llevará más de una década en superarlo.
Lo que sucede es que AMLO pospondrán su crecimiento porque manejará completamente los recursos federales que podrían apuntalar su desarrollo y serán utilizados para invertirlos en sus programas y obras personales.
Por ello, es muy importante que los tamaulipecos tomen conciencia y sepan que López Obrador manejará el 80% del presupuesto federal, que no tiene ningún candado para no hacerlo y podrá disponer de esos recursos cuando quiera y para lo que sea, sin que nadie le diga nada.
Por lo pronto, si los gobiernos –estatal o municipal- requieren recursos extraordinarios para hacer alguna obra prioritaria o de urgencia, van a tener que rogarle a su Santidad, Andrés Manuel López Obrador, para que se apiade de su misericordia y les conceda lo necesario para hacerla.
Así que lo hecho por los diputados federales de MORENA y sus aliados, fue legalizar de manera formal el centralismo autoritario, más que aprobar el presupuesto 2021 el cual es uno de los actos más desleales contra Tamaulipas y su gente, porque retrasarán su progreso.
Y finalmente, lo que hicieron los diputados de López en la Cámara Baja fue traicionar a la democracia, a los principios de justicia social para todos y a la transparencia y equilibrio presupuestal, porque ahora sólo una persona decidirá el destino que tengan los recursos federales y eso, está en contra de la justicia presupuestaria.
Para finalizar. Hemos leído que Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, exige a los partidos aliados a su organización, que sí quieren unirse a su lucha, tienen que aceptar su plataforma, apoyar sin restricciones las iniciativas de la 4T en el poder Legislativo y defender las decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Así que lo mejor que pueden hacer estos partidos es desaparecer y se unan por completo al partido en el poder presidencial. Este sería un acto racional, de sumisión política y de coherencia con la austeridad republicana.
Además, podrían solicitarle al INE que las prerrogativas destinadas para su operación, se las entreguen al presidente López Obrador para que haga con ese dinero lo que mande y quiera, o bien que se lo den a MORENA.
Finalmente, lo que Mario Delgado hace al pedirles que se apeguen en absoluto a su plataforma es simple y llanamente, que desaparezcan, porque las ideas y principios de MORENA son superiores, y sus opiniones y propuestas no las tomarán en cuenta. Así de simple. ¿Qué les parece?… Y luego hablan que son muy demócratas.
De salida. La detención del químico Sergio Salazar es un regreso a la historia del incendio de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, pero también es un hecho político que busca posicionar a MORENA en el ánimo de los sonorenses.
Y es que el próximo año se renueva el gobierno estatal y el gobierno de López Obrador busca resolver este caso metiendo en la cárcel a los funcionarios locales y federales que actuaban en ese momento y andaban libres sin tener ningún remordimiento por lo sucedido.
El caso es que habían pasado 11 años del incendio y el gobierno de MORENA lo revivió para posicionar a su candidato Alfonso Durazo Montaño y se espera que esto lo puedan deslindar los sonorenses, porque una cosa es aplicar la justicia y otra la política.
En pocas palabras, aplican la ley y la justicia pero a su conveniencia… porque el caso de Pío López quedó sin sancionar y esto es un ejemplo de lo que vendrá con el centralismo de López Obrador. Así de simple.
