La idea de que el nuevo coronavirus se creó en un laboratorio, y se liberó de forma deliberada, ha sido refutada por muchos científicos de todo el mundo.
REDACCIÓN
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Un nuevo estudio sugiere que las características inusuales del genoma del SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad de COVID-19, apuntan hacia una modificación de laboratorio, en lugar de una evolución natural.
El origen del virus que ha causado la pandemia mundial ha estado en el centro de una amplia investigación, debate y controversia. La idea de que el nuevo coronavirus se creó en un laboratorio, y se liberó de forma deliberada, ha sido refutada por muchos científicos de todo el mundo.
Sin embargo, ¿en dónde se originó? Es una pregunta que no podemos responder aún, y el estudio publicado en el portal de la comunidad especializada Zenodo el pasado 14 de septiembre, expone que el virus muestra particularidades biológicas que son incompatibles con un virus zoonótico, es decir, de origen natural.
“En este informe, describimos la evidencia genómica, estructural, médica y de la literatura que, cuando se considera en conjunto, contradice fuertemente la teoría del origen natural”, señalaron los investigadores.
De acuerdo con la investigación, el virus SARS-CoV-2 podría ser un producto de laboratorio creado utilizando los coronavirus de murciélago ZC45 y / o ZXC21 como plantilla y/o columna vertebral. La posible creación del virus, podría lograrse en aproximadamente seis meses.
Entre las evidencias presentadas por los investigadores está que la secuencia genómica del SARS-CoV-2 es sospechosamente similar a la de un coronavirus de murciélago descubierto por laboratorios militares en la Tercera Universidad Médica Militar (Chongqing, China) y el Instituto de Investigación de Medicina del Comando de Nanjing (Nanjing, China).
“Nuestro trabajo enfatiza la necesidad de una investigación independiente sobre los laboratorios de investigación relevantes. También aboga por una mirada crítica a ciertos datos publicados recientemente que, aunque problemáticos, se utilizaron para respaldar y afirmar un origen natural del SARS-CoV-2″, dijeron los científicos.
No es la primera vez que surge esta idea. El 6 de febrero pasado, justo después de que el COVID-19 se convirtiera en una crisis global, los investigadores chinos Xiao Botao y Lei Xiao, de la Universidad Tecnológica del Sur de China, publicaron un artículo que afirmaba que “el virus probablemente se originó en un laboratorio en Wuhan”, aunque esta versión fue desmentida más tarde.
Para Daniel Altmann, profesor de inmunología del Imperial College London, el análisis de los orígenes del SARS-CoV-2 ha sido una de las áreas de investigación más polémicas durante esta pandemia.
“Para mi gusto, la mayor parte de los datos que se tiene hasta ahora encajan con el consenso de que se trata de un virus transferido a los humanos desde murciélagos o pangolines, donde se pueden encontrar coronavirus terriblemente similares”, dijo el especialista en torno al artículo de Zenodo.