Foto: Dmitri Kurakin / Ministerio de Salud de Rusia / Sputnik
– El ministro de Salud de Rusia, Mijaíl Murashko, afirmó que la vacuna mostró su efectividad y seguridad
RT
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este 11 de agosto que su país ha registrado la primera vacuna contra el coronavirus del mundo. “Funciona relativamente bien, crea una inmunidad sostenible y, reitero, pasó todas las pruebas necesarias”, afirmó Putin durante una reunión con los miembros del Gobierno.
El mandatario precisó que la vacunación de la población deberá realizarse exclusivamente de forma voluntaria, agregando que espera que la producción en masa del medicamento empiece en breve.
El ministro de Salud de Rusia, Mijaíl Murashko, afirmó que la vacuna mostró su efectividad y seguridad. Señaló que la vacuna será producida en dos plataformas: por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y la compañía Binnofarm. Por su parte, la sociedad de inversión rusa Sistema detalló que Binnofarm será capaz de producir aproximadamente 1,5 millones de dosis anualmente. La compañía planea empezar la producción en masa para finales de año.
Las pruebas clínicas continuarán
En ese contexto, Murashko declaró que sus pruebas clínicas continuarán, en las cuales participarán miles de personas. “Los desarrolladores de la vacuna prepararon los documentos para la realización de las futuras investigaciones clínicas con la participación de varios miles de personas. Para la vigilancia rápida del estado de salud de los vacunados y el control de eficacia y seguridad, el Ministerio de Salud de Rusia crea un contorno digital único que permite vigilar la seguridad y calidad del fármaco en todas las etapas del ciclo vital”, afirmó.
El ministro hizo hincapié en que Rusia “básicamente” es el primer país del mundo en registrar su propia vacuna contra el virus. “Hay unos desarrollos de los colegas chinos, que están en la etapa de registro […], hay también una serie [de desarrollos] en otros países, pero allí todavía continúan las investigaciones clínicas”, dijo, añadiendo que Rusia es el primer país en recibir “un certificado de registro en su pleno formato”.
De acuerdo con sus declaraciones, una serie de países han expresado su interés en la vacuna rusa. “Siguiendo su orden, el Fondo Ruso de Inversión Directa está invirtiendo en la promoción y producción de la vacuna en el extranjero. Hoy una serie de países está interesada en ella”, reiteró.
Por su parte, desde el Ministerio de Salud ruso indicaron que la administración de la vacuna en dos etapas permite crear una inmunidad a largo plazo, que puede durar hasta dos años. “El esquema de doble inyección permite la formación de una inmunidad a largo plazo. La experiencia con las vacunas vectoriales (con esquema de doble inyección) muestra que la inmunidad permanece hasta 2 años”, reza el informe emitido este martes por el Ministerio de Salud de Rusia.
Creada de forma artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición, la vacuna se presenta en forma liofilizada, como un polvo que se mezcla con un escipiente para disolverlo y luego administrarlo por vía intravenosa. Se basa en el adenovirus humano.
En los ensayos clínicos de la vacuna, que tenían como objetivo evaluar su seguridad y los efectos en el organismo, participaron un total de 76 voluntarios. Los médicos dieron la investigación por exitosa y concluyeron que la vacuna es segura: al final del proceso “todos los voluntarios tenían inmunidad”. Yelena Smoliarchuk, directora del Centro de investigación clínica sobre medicamentos de la Universidad Séchenov, afirmó que la protección máxima se alcanza tres semanas después de la inyección, cuando se desencadena la respuesta del sistema inmunológico.
Cabe recordar que el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, que desarrolló el fármaco, previamente había logrado crear una vacuna contra el virus del Ébola y de momento también está trabajando en una contra el coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV). A principios de agosto, el director del centro, Alexánder Guíntsburg, señaló que planean concluir sus pruebas para finales de año.
Por su parte, Esteban Maturana, médico y vicepresidente de la Confederación Nacional de Funcionarias y Funcionarios de Salud Municipal (CONFUSAM, Chile), declaró durante una conversación con RT que fue “esperable” que la primera vacuna mundial contra el coronavirus fuera registrada en Rusia, tomando en cuenta “indiscutibles avances” del país en el ámbito de vacunas.
El 10 de agosto, la Asociación de Organizaciones sobre las Investigaciones Clínicas de Rusia (AOKI, por sus siglas en ruso) se dirigió al Ministerio de Salud con la petición de aplazar el registro de la vacuna hasta el momento “en que pase con éxito todas las etapas del desarrollo clínico”. Como argumentos a favor del paso, indicaron que la vacuna fue probada solo en menos de 100 voluntarios. Asimismo, destacaron que los creadores del fármaco aseguran basarse en su trabajo en los datos que recibieron durante el desarrollo de una vacuna contra el MERS-CoV, que, sin embargo, todavía no ha sido concluida y debe demostrar su eficacia. Por último, pusieron en duda el cumplimiento de todas las reglas durante el desarrollo por el Centro de Gamaleya de la vacuna contra el virus del Ébola.
En respuesta, desde el Servicio Federal para el Control sobre la Sanidad (Roszdravnadzor) declararon que la AOKI desconoce los resultados de las investigaciones. “Varios cientos de voluntarios fueron vacunados con esta vacuna, no hubo reacciones no deseadas graves. Es evidente que la AOKI saca conclusiones sin saber ningún resultado”, precisó la subjefa del organismo, Valentina Kosenko.
A su vez, Serguéi Glagólev, jefe del departamento de la organización de supervisión farmacológica en Roszdravnadzor, destacó que la AOKI está formada por varias empresas farmacéuticas, “principalmente extranjeras”, algunas de las cuales también están desarrollando sus propias vacunas.