* Gracias a quienes me extrañan en la calle, a quienes se preocupan por mi salud
El Mauro
Desde mediados de la semana pasada, dejé de circular, solo he dejado de cumplir con mi trabajo periodístico en contadas ocasiones, una operación de apéndice, una laberintitis, con afectación perenne en mi sentido de la verticalidad, una fractura de cadera que me obligo 6 meses a estar en cama sin poder pisar, y lo mas reciente, un derrame intraocular que me dejó ciego al inicio de este año, en uno de mis ojos, pero esta ausencia de las calles es más que nada por prevención y por responsabilidad.
La cobertura del Coronavirus por mi parte, ha sido puntual, tratando de llevarla lo más objetivo hacia la comunidad, con testimonios de los enfermos, por vía telefónica o en transmisiones en vivo, con las medidas pertinentes, como amerita la enfermedad, he hecho uso del cubrebocas, como lo marcan los canones, me aplico gel antibacterial al subir al auto, tras alguna interacción en alguna dependencia, comercio o sencillamente tras hacer mi trabajo.
A quienes me han llamado, porque se les hace raro no verme en circulación, gracias, mil gracias, por estar al pendiente, como yo he estado de algunos amigos atacados por este virus, porque es cuando mas solidarios debemos ser.
Por desgracia no siempre podemos evitar el contacto con alguien enfermo, amigos, familiares, compañeros de trabajo o alguien en quien tenemos mucha estimación, ocurrió hace poco más de 15 días, cuando irresponsablemente un tipo, ampliamente conocido, deambulaba por las dependencias, al que entrevistamos una compañera y su servidor, el sujeto con visibles muestras en su cara y estado de ánimo, de enfermedad, y en cuestión de días conocimos de los contagios con coronavirus que hubo entre sus compañeros de sindicato.
Posteriormente, un contacto con otros enfermos, nos puso en alerta, pero un amigo con quién convivo mucho, también traía síntomas y responsablemente se hizo todos los chequeos y tomó las providencias del caso, opto por el aislamiento y me informó que se sometería a la prueba del Covid para descartar el caso o para cuidarse de no andar contagiando a más gente, una acción muy responsable y sobre todo plausible.
No porto síntomas, mi temperatura es normal, 35.8 35.9, no tengo dolor de cabeza, ni me duele la garganta, no traigo tos, sencillamente y siguiendo el ejemplo de mi amigo, opte por lo más lógico, lo más sano, lo más sensato que se puede hacer…aislarme unos días, para ver alguna reacción en mi organismo, por fortuna todo bién, sin problema, esta semana si Dios lo permite, estaremos de nueva cuenta tras la información.