Foto: Reuters/Daniel Becerril
– La CNPC confirmó que el fenómeno está más de 100 kilómetros al sureste de Torreón, Coahuila, y 170 kilómetros al norte de Fresnillo, Zacatecas
Infobae
El ciclón Hanna, el primer huracán de la temporada del Atlántico, se degradó a baja presión remanente tras dejar al menos cuatro muertos, seis desaparecidos y severas inundaciones en los estados mexicanos de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
Después de entrar a Texas (EE.UU.) como huracán y a México como tormenta y depresión tropical, Hanna azotó en particular a los nueve municipios de Tamaulipas que colindan con Estados Unidos y a Monterrey y Saltillo, capitales de Nuevo León y Coahuila, respectivamente.
La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) informó de la muerte de dos personas arrastradas por la corriente en un vehículo en Ramos Arizpe, Coahuila; de tres personas desaparecidas en Monterrey y de otras tres en Reynosa, Tamaulipas.
El Gobierno de Tamaulipas reportó después la muerte de dos personas en Reynosa, una de las ciudades más afectadas, con daños en más de 45 barrios y casi 200 personas desalojadas, según la alcaldesa Maki Ortiz. ”Debido a escurrimientos de Coahuila y Nuevo León por el huracán Hanna al Río Bravo, puede desbordar el agua del Río Bravo y causar inundaciones”, advirtió Ortiz.
El gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, informó sobre 33 accidentes automovilísticos, 8 personas rescatadas, 268 casas inundadas, 45 personas evacuadas y 17 personas en albergues, además de daños en la carretera de Saltillo a Monterrey. El pronóstico aún señala lluvias dentro de las próximas 24 horas, apuntó el mandatario estatal.
”Ya los arroyos están con los niveles tranquilos, están en mejor situación y la lluvia se ha debilitado, la tormenta se ha debilitado a estas horas, sin embargo sigue lloviendo”, afirmó en rueda de prensa.
La CNPC confirmó que el fenómeno está más de 100 kilómetros al sureste de Torreón, Coahuila, y 170 kilómetros al norte de Fresnillo, Zacatecas, con vientos máximos de 35 kilómetros por hora y rachas de 55 kilómetros por hora.
El ciclón golpeó en particular a Monterrey, la ciudad más grande del norte de México y la tercera más poblada del país.
Al menos 14 personas fueron arrastradas por las corrientes de agua, de las que 10 fueron rescatadas y se trabaja en el salvamento de otras dos, explicó a EFE Miguel Perales, director de Protección Civil de Nuevo León. ”Más de 1,200 servicios de emergencia se atendieron en los dos días que van de la contingencia”, precisó.
El funcionario notificó el desalojo de 709 personas con 191 refugiados en albergues del estado.Con rachas cercanas a los 95 kilómetros por hora, el estado vivió una jornada intensa de lluvias que causaron inundaciones en avenidas, el desbordamiento de canales como el Arroyo Topo Chico y el Río Santa Catarina, cauce de más de 150 kilómetros que atraviesa la zona metropolitana.
En 24 horas cayeron 553 milímetros de precipitaciones, el equivalente al 50% de lo que suele llover en un año entero en Nuevo León, indicó a EFE el gerente de observación del Sistema Meteorológico Nacional (SMN), Fabián Vázquez.
Lo más intenso definitivamente ya pasó, que fue lo de Nuevo León y lo de Tamaulipas, pero es importante tomar precauciones ahora sobre Durango, el norte de Zacatecas y Sinaloa a partir de mañana (martes)
Tras debilitarse de tormenta tropical a depresión tropical la tarde del domingo, Hanna se mantendrá como un sistema lluvioso durante los próximos días. ”En Tamaulipas y Nuevo León continuará lloviendo todavía durante dos días más, sin embargo, ya no va a ser con la misma intensidad, pero hay que tener cuidado porque los niveles de los ríos ya están elevados en estos momentos”, advirtió el meteorólogo.
Este año ya se formaron en la costa Atlántica las tormentas tropicales Arthur y Bertha antes del inicio oficial de la temporada ciclónica, que comienza el 1 de junio y se prolonga hasta el 30 de noviembre.Siguieron Cristóbal, Dolly, Edouard, Fay, Gonzalo y Hanna, el primer huracán del Atlántico en el año. La actual temporada ciclónica tendrá de 13 a 19 tormentas con nombre (con vientos de 65 kilómetros por hora), de las que seis a diez podrían convertirse en huracanes.
*Con información de EFE