Foto: Reuters/ Denis Balibouse/ archivo
– “Hay que ser realistas en cuanto a los tiempos”, declaró el director de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud, Mike Ryan. “Bajo ninguna circunstancia vamos a tomar atajos en lo referido a la seguridad”, agregó
Infobae
El estado de las investigaciones para encontrar una vacuna contra la COVID-19 y las precauciones que se deben tomar apuntan a que la población no empezará a ser vacunada antes “de la primera parte del año 2021”, dijo este miércoles un alto responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Hay que ser realistas en relación con los tiempos. No importa cuánto intentemos acelerar el proceso, tenemos que estar seguros de que una vacuna es segura y efectiva, y esto toma su propio tiempo”, dijo el director de Emergencias Sanitarias de la OMS Mike Ryan.
“Estamos apurando las cosas todo lo que se puede, pero esto no significa bajo ninguna circunstancia que vamos a tomar atajos en lo referido a la seguridad”, recalcó el médico y alto directivo de la OMS en una sesión informativa dirigida al público en general a través de las redes sociales.
En esa sesión, en la que también participó la responsable técnica de la célula de gestión de la pandemia, María von Kerkhove, se recordó que no hay que tener expectativas desmesuradas y creer que la vacuna será una solución absoluta.
Ryan recordó que ninguna vacuna es 100% efectiva y mencionó el caso de la que existe contra el sarampión y que es considerada entre las que tienen mayor efectividad, que en este caso llega al 95%.
Otro aspecto para tener en cuenta será la duración de la inmunización que ofrezca la vacuna.
Cada vez son más las vacunas -entre las 23 que han llegado a etapas más avanzadas en investigaciones en distintas partes del mundo- que están llegando a la fase 3, que implica que tras haber demostrado ser seguras y con cierta eficacia, pueden empezar a ser administrada a miles de personas.
Se trata de la etapa previa para la aprobación de una vacuna por parte de las autoridades sanitarias de los países. En los últimos días, dos laboratorios -Moderna, de los Estados Unidos, y el Instituto Jenner, de la universidad inglesa de Oxford- se convirtieron en los primeros en anunciar que sus potenciales vacunas habían tenido los efectos deseados en la fase I de sus respectivas pruebas.
Al igual que los funcionarios de la OMS, las autoridades del Instituto Jenner apelaron a la cautela y dijeron que no hay certeza de que su vacuna se lance a finales de año. “El objetivo de fin de año para el lanzamiento de la vacuna es una posibilidad, pero no hay ninguna certeza al respecto, porque necesitamos que ocurran tres cosas”, dijo Sarah Gilbert a la radio de la BBC.
La vacunóloga de la prestigiosa universidad británica precisó que esta tiene que demostrar que funciona en las últimas etapas de los ensayos, que hay que fabricar grandes cantidades y que los reguladores tendrán que acordar rápidamente la concesión de licencias para su uso en casos de emergencia. “Estas tres cosas tienen que suceder y alinearse antes de que podamos empezar a ver un gran número de personas vacunadas”, dijo.
No obstante, los científicos de Oxford han previsto la producción de un millón de dosis de su potencial vacuna para septiembre.
La organización ha confirmado al miércoles 14,73 millones de casos de coronavirus en el mundo, de los cuales 169.013 corresponden a las últimas 24 horas.
Los fallecidos por esta nueva enfermedad a nivel global son 611.284, lo que supone 3.503 más que en la víspera.
Durante la sesión, una de las preguntas que más se repitió fue si es seguro asistir a eventos masivos al aire libre. Von Kerkhove dijo que lo es si los participantes pueden mantener una distancia física de al menos un metro y cumplir con las medidas de higiene indicadas, en particular el lavado de manos. En caso de que ello no sea posible, recomendó el uso de mascarillas durante todo el evento.
Recordó que el virus se transmite desde personas infectadas antes de que empiecen a mostrar síntomas. A los jóvenes, les pidió que no se dejen llevar por la idea de que si atrapan el virus les causará, a lo sumo, síntomas leves.
Recordó que hay personas de ese grupo de edad que han mostrado síntomas severos y que han sufrido secuelas de las que les ha costado semanas y hasta meses recuperarse. “Al pulmón le toma bastante tiempo volver a su capacidad normal y en algunas casos también el sistema cardiovascular queda afectado”, recordó Ryan.
La OMS ha documentado numerosos casos de gente joven que requiere de tres a seis meses para que sus órganos recuperen sus funciones normales, tras haber sufrido la enfermedad una decena de días.
(Con información de EFE)