Achicarse y buscar inversionistas para una reestructura financiera sería otra opción para la empresa de origen regiomontano.
Ser absorbida por alguna de las cadenas existentes, como Coppel, es una de las alternativas que tiene Famsa, ante los problemas por los que está atravesando, consideró Julián Fernández, jefe de Análisis de Bursamétrica.
“Coppel sería la más probable que la absorba debido a que todavía tiene mucha competencia y está por debajo de Elektra, que ya está demasiado posicionada, tiene motor propio y se mueve solita. Yo no vería la necesidad (de Elektra) de estar adquiriendo una empresa donde tenga que estar pagando la deuda que tiene retrasada, saneándola y, los puntos de venta (de Famsa) no son relevantes porque en muchos de ellos estaría en competencia con ella misma”, dijo Fernández.
Agregó que, “Coppel, por otro lado, pudiera posicionarse en unos puntos donde Elektra sí está, pero Coppel no y Famsa los tiene. De concretarse esta opción, los actuales dueños de la empresa regiomontana podrían quedarse con un porcentaje de las acciones de la nueva empresa, ya sea que desaparezca el nombre de Famsa o bien mantener algunas tiendas, tal como lo hizo Soriana cuando adquirió puntos de venta de Comercial Mexicana”.
Señaló que otras de las alternativas que ve viable el experto es la reestructura financiera de Famsa con la ayuda de algún inversionista.
“Podría estar continuando trabajando, pero tendría que hacerse muy chiquita para poder salir avante, una de las situaciones que le sigue costando es el pago que tiene retrasado de los bonos que colocó, por esta situación tuvo que ser deslistada de la Bolsa (de Valores) y obviamente ahorita está congelada; ya están pensando en el desliste total”, comentó el Jefe de Análisis de Bursamétrica.
Recordó que fueron una serie de factores desafortunados los que llevaron a Famsa a la situación actual, siendo el principal de ellos, la llegada de la pandemia que se juntaron con las ganas de la compañía de convertirse en una gran empresa financiera.
“Famsa tuvo una combinación de varias situaciones, principalmente, la de desempleo que se vivió durante la pandemia, el otorgamiento de créditos a clientes que no podían mantener los pagos, la fragilidad financiera que tuvo en Estados Unidos y, el cierre y venta de sucursales en ambos países, puntos que le generaban mayor gasto que ingreso y eran poco eficientes.
Explicó que, para ese crecimiento financiero, la empresa colocó deuda en México y Estados Unidos que, con la llegada de la pandemia, ya no pudo cumplir con el pago de sus obligaciones.
“Este fue el quiebre financiero de la empresa. Tuvo que poner en bancarrota y vender su negocio de banco en Estados Unidos, mientras que, en México tuvo que cerrar muchos puntos de venta que eran ineficientes”.
Mencionó que pese a que sus competidores como Coppel y Elektra pasaron por la situación de pandemia, Famsa tenía una deuda muy alta, sus clientes eran muy frágiles y se quedaron sin empleo.
“(Famsa) no pudo generar lo que hizo Coppel, que fue una prórroga de pagos según el cliente, también (Coppel y Elektra) podían seguir operando porque tenían sus páginas web para los clientes que seguían comprando productos; en el caso de Elektra, tenía un banco mucho más posicionado y es por esa situación que, este tipo de negocios muy parecidos, pudieron continuar operando”, señaló Fernández.
Comentó que, si el retiro de la licencia del banco no hubiese coincidido con la pandemia, Famsa habría podido salir adelante generando flujo de efectivo con los créditos, la posición que ya tenía ganada en México y su eficiencia para generar utilidades con la venta de artículos.