* En un rincón de un taller espera una reparación total
Mauro Moreno Campos/ Astronoticias
Nos topamos hace días, en un taller, al norte de la ciudad, su intenso color naranja llamó mi atención poderosamente, era el, 23 años después, erige su imagen imponente montado en sus ruedas y su poderoso motor a la espera de una reparación total.
Y se vinieron a mi mente recuerdos, tantos recuerdos de aquel 1999 mes de octubre para ser más exactos.
Nuestra Odisea empezó noche del 15 de octubre, cuándo reunidos en la plaza principal de mi querido Mante, jóvenes universitarios, pueblo en general fueron testigos de la partida de trailers y camiones que llevaban alimento, ropa y calzado para los damnificados
, que dejó la Tormenta perfecta que afectó todo el norte de Veracruz, gracias a una baja presión, una depresión y una tormenta tropical.
Los hermanos de Tecolutla, , de Poza Rica, de Gutiérrez Zamora, de Cazones, vivian momentos difíciles, las fuertes precipitaciones que muchos puntos rebasaron los 990 mm de agua, desbordaron todos los ríos y arroyos de la región Norte de Veracruz, dejando una estela de cientos de muertos, miles de damnificados y muchísimas familias sin hogar, grandes plantaciones fueron arrasadas, decenas de puentes caídos tramos carreteros destrozados, cerro desgajado, todo era un caos.
Héroes anónimos del Mante Tamaulipas, en una caravana de solidaridad de fraternidad y hermandad salieron de la plaza principal con la bendición de la gente de noble corazón, aquella noche del 15 de Octubre, el ánimo y deseos de ayuda campeaba entre choferes, voluntarios y yo como reportero
Ahí conocí a mi amigo, el tractocamión color naranja que llevaba alimento para los necesitados al norte de Veracruz, el ronroneo de su motor, inundaba la camina, Memo Montes, firme al volante, tragando kilómetros tras kilómetros, hablaba de su experiencia al volante y entre bromas y ocurrencias, fuimos devorando el camino, nuestro destino era Poza Rica, el sol comenzó a iluminar la tierra y la caravana entraba a Poza Rica Veracruz, pero en ese punto no hubo quién recibiera a la voluntariosa caravana con alimento, calzado y ropa una llamada, las bodegas de conocida firma cervecera no se abrieron “ya están llenas, nos dijeron”, vamos al DIF, se comentó pero tampoco quisieron recibir a los voluntarios del Mante.
Una llamada hasta El Mante, salió desde Poza Rica, ” no hay quien reciba el cargamento nos informan que ya acaban de abrir la carretera a Gutiérrez Zamora” ” la indicación fue ” peguenle para allá” y a bordo de aquel trailer color naranja hicimos el viaje hasta la zona devastada, , cámara en mano dialogando con Memo Montes el conductor, el 16 de octubre el sol nos sorprendió en Gutiérrez Zamora, una primaria nos indicaron como el punto para bajar todo el alimento y de más apoyo, los camiones y los trailers dónde iba mi amigo color naranja, se apostaron a la entrada y manos sobraban para bajar la comida, jóvenes y no tan jóvenes, ancianos qué aspiraban por una despensa se metían a las filas, una cadena de mano a mano, bajaron el preciado y precioso cargamento.
Y lo recuerdo como ayer, en el cumpleaños de mi hijo, su padre iba camino a Tecolutla, dónde las fuertes aguas abrieron un paso rumbo al mar, en su camino, las violentas agua, abrieron paso y arrastraron todo hasta casas que yacían cientos de metros Mar adentro, Tecolutla fue uno de los sitios donde manos piadosas y generosas de los mantenses tuvieron alimento a su alcance tras varios días de incomunicación.
El 17 de octubre se inició el regreso, la misión estaba cumplida, de aquellos héroes pocos se acuerdan, acabo de ver a mi amigo color naranja que como un símbolo sus dueños le dan mantenimiento, lo merece como el sello de la empresa, pero para los mantenses encabezo aquella jornada historia de solidaridad, la última gran jornada fraternal de un pueblo siempre al pendiente de las desgracias en donde ofrecer el hombro como un hermano al pendiente de quienes cayeron en desgracia.