El informe del jueves mostró que el PIB de Estados Unidos se contrajo el trimestre pasado, por lo que ahora es poco probable que supere la expansión de China este año.
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Por Bloomberg
Fue un gran tema de conversación para el presidente estadounidense, Joe Biden, mientras aparecieron: el pronóstico de que la economía estadounidense crecería más rápido que la de China por primera vez desde 1976.
Biden lo destacó en un viaje a Asia en mayo, y su asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, lo llamó “un ejemplo sorprendente de cómo los países de esta región pueden considerar la cuestión de las tendencias y trayectorias”.
Sin embargo, el informe del jueves mostró que el producto interno bruto de Estados Unidos se contrajo inesperadamente el trimestre pasado a una tasa anual de un 0.9 por ciento, por lo que ahora es poco probable que supere la expansión de China este año.
Bloomberg Economics proyectó a mediados de mayo que China se expandiría un 2 por ciento este año, frente al 2.8 por ciento de Estados Unidos, el primer descenso desde 1976. Tomando en cuenta un segundo trimestre mejor de lo esperado para China, y la creciente evidencia de un retroceso estadounidense, las últimas previsiones del equipo son de un 3.6 por ciento para China y de un 1.5 por ciento para Estados Unidos.
El PIB estadounidense se contrajo en los dos primeros trimestres de 2022. Medio de forma trimestral, el de China se contrajo el último trimestre, pero un repunte en los datos de junio reduce las posibilidades de una recuperación modesta hacia la segunda mitad.
Superar a China hubiera sido notable, dado que el PIB de Estados Unidos es, medido per cápita, más de cinco veces el tamaño de su rival, dejando a la economía asiática un enorme margen para ponerse al día. Pero hace solo unas semanas, tras una nueva ola de confinamientos de COVID que azotaron el gasto y una recesión inmobiliaria que se profundizó, parecía posible.
Más allá de los datos, la Administración de Biden ahora destaca las tomadas esta semana en dos leyes económicas que resultarían clave para la campaña del presidente para “ganar la competencia económica del siglo XXI” con China, como dijo en su discurso sobre el Estado de la Unión a principios de este año.
“Queremos que a largo plazo la economía de Estados Unidos rinda frutos para el pueblo estadounidense”, dijo Boushey en Bloomberg Balance of Power con David Westin de Bloomberg Television. “Es por eso que estamos tan enfocados en la legislación de semiconductores y la Ley de Reducción de la Inflación. Ambos, especialmente juntos, impulsarán la competitividad estadounidense”.
El jueves, la Cámara presentó un proyecto de ley que marca la mayor expansión en años de apoyo a la industria y la investigación de EU, con 52 mil millones de dólares en subvenciones e incentivos para la fabricación nacional de semiconductores. Esa iniciativa ahora va a Biden para su firma.
En el Senado, los demócratas alcanzaron un acuerdo que incluiría una serie de inversiones en energía limpia, lo que aumentaría la competitividad de EU en un área en la que se ha quedado rezagado.
El presidente de China, Xi Jinping, y sus colegas han comenzado a restarle importancia al objetivo de crecimiento de alrededor del 5.5 por ciento adoptado por el Gobierno en marzo. El país debería lograr “el mejor resultado” posible para el crecimiento este año mientras se apega a una política estricta cero COVID, según un comunicado después de una reunión del Politburó, el máximo órgano de toma de decisiones del Partido Comunista.
“Decirles a los funcionarios que hagan lo mejor que puedan es muy diferente a decirles que tienen que alcanzar un objetivo determinado”, escribieron los analistas de la firma de investigación Trivium China en una nota.
Xi y su homólogo estadounidense podrían tener la oportunidad de discutir en persona las tasas de crecimiento relativas de sus economías, dado que ambos dijeron el jueves a sus ayudantes que planean una reunión, en lo que sería su primera conversación cara a cara desde que Biden asumió la presidencia.