* Sus artistas circenses se han tenido que adaptar al comercio
Por Mauro Moreno Campos/Astronoticias
Corría el mes de marzo de este año, toda la caravana del Big Circus Internacional, solicitó permiso para instalarse en los terrenos de la feria en el Municipio de El Mante, Tamaulipas, permiso concedido, iniciaron con los trabajos de montaje de su enorme carpa, deseosos de pronto iniciar las tradicionales funciones del circo y cumplir con su temporada en esta ciudad.
La pandemia del Coronavirus ya comenzaba a provocar estragos en México, se daban los primeros fallecimientos y el avance de este virus, que llevó a la nación y a los estados a entrar en una emergencia sanitaria y se frenaron todas las actividades públicas, se cerraron centros de espectáculos, salónes de fiesta y por lógica el circo se vió inmerso en esta vorágine sin haber dado una sola función.
6 meses han pasado desde aquellas fechas, impedidos para continuar su plan de trabajo en otras ciudades, 150 personas que integran esta gran familia del circo, bajo la gerencia del señor Cantú, se vieron obligados a replegar sus equipos de trabajo, a subsistir en el Mante, sin mayores ingresos propios de su actividad.
Las primeras semanas la misma población se solidarizó con ellos, dotaron de algunos alimentos, de agua, ropas y otros insumos a las familias del circo, a los animalitos que traían como zoológico, buenos intencionados les llevaron pastura, pero la estancia se alargó muchos mas a lo previsto.
Cada componente del circo, tuvo que buscar la manera de apoyar a su gente, pronto se convirtieron en comerciantes de frutas de ocasión, como piñas, sandias, mango, incluso la venta de tamales, y de golosinas, lo imperante era conseguir el ingreso para la sobrevivencia de cada integrante del circo.
A 6 meses de distancia, los locales que sirven como stands en los tiempos feriales han sido ocupados para dar seguridad a las familias en tiempos de lluvias, de fríos o de calor, el resto de los integrantes han formado un cerco con sus campers, protegidos por la enorme carpa a la espera de mejores tiempos.